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Historia: “Lo primero que hago es soñar con mi hijo”

Melvin e Iris, ambos de Honduras, relatan cómo fueron separados de sus hijos en la frontera entre Estados Unidos y México, en una conferencia de prensa el lunes 25 de junio del 2018 en El Paso, Texas.

Melvin e Iris, ambos de Honduras, relatan cómo fueron separados de sus hijos en la frontera entre Estados Unidos y México, en una conferencia de prensa el lunes 25 de junio del 2018 en El Paso, Texas.

(Matt York / AP)
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Llegaron de Honduras, Guatemala y El Salvador acompañados de sus hijos. Algunos huían de la violencia. Otros buscaban una mejor vida.

No sabían que iban a ser separados de sus hijos tras cruzar la frontera suroeste de Estados Unidos a causa de una política de “cero tolerancia” que exige presentar cargos a todos los adultos detenidos por ingresar en forma ilegal en Estados Unidos.

Cinco padres de familia de un grupo de más de 30 que fueron liberados recientemente de custodia federal, y que siguen a la espera del resultado de sus procesos de inmigración y de sus solicitudes de asilo, compartieron sus historias durante una conferencia de prensa en la ciudad de El Paso, Texas.

Los padres han encontrado refugio temporal con una organización benéfica de Texas, aunque son vigilados con una tobillera de rastreo.

Algunos no saben dónde están sus hijos. Otros conocen su ubicación pero no pueden decir con certeza cuándo podrían verlos de nuevo. Sus hijos tienen entre 4 y 17 años.

Un padre dijo que quedó destrozado cuando lo separaron de su hijo adolescente, mientras que otro comenzó a llorar por su hija.

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Una madre sollozaba debido a que temía que su hijo de 4 años pensara que lo había abandonado.

Ellos forman parte de las muchas familias que han llegado a ser parte del añejo debate sobre cómo manejar el flujo de migrantes en la frontera sur. Los cinco inmigrantes hablaron bajo condición de que no se mencionaran sus apellidos debido a que temen ser deportados.

IRIS

Fue detenida el 15 de junio. Ella y su hijo de 6 años se aferraron uno al otro luego de que les dijeron que serían separados y que ella sería enviada a prisión.

La hondureña, madre soltera de 40 años, pidió que fueran deportados juntos de inmediato. Le indicaron que ya era demasiado tarde. No puso resistencia y persuadió a su hijo a hacer lo mismo cuando les notificaron que serían separados, de una u otra manera.

Iris supo que su hijo estaba en alguna parte de Arizona debido a que un trabajador social contactó a un familiar. Es probable que la mayoría de los 32 padres que fueron liberados dejen la ciudad de El Paso conforme vayan obteniendo más información y busquen a sus hijos.

“Yo duermo y lo primero que hago es soñar con mi hijo”, dijo.

MIRIAM

Su hijo de 4 años estaba dormido cuando los agentes de inmigración insistieron en separarlos antes del amanecer.

“Sabiendo todo esto, no me vengo” a Estados Unidos, indicó la guatemalteca.

La madre dijo que cuando fue arrestada le hicieron creer que le regresarían a su hijo, dondequiera que estuviese detenida. Describió al niño como “chiquito y muy tímido”.

Lo localizó en un centro de detención de Nueva York. Cuando le pidió a un trabajador social hablar con él, le comentaron que el niño estaba molesto y que no quería hablar.

Según Miriam, la trabajadora social le dijo que el menor “piensa que lo abandonó”.

No está claro hasta cuándo podrían reunirse mientras Miriam solicita asilo en Estados Unidos.

CHRISTIAN

Tras hacer un viaje de 17 días que comenzó en Honduras y terminó hasta la frontera de Estados Unidos, fue detenido por ingresar al país de manera ilegal.

“Me dijeron que yo había violado las leyes de Estados Unidos al hacer eso”, dijo el hondureño de 23 años e indicó que sí, que aceptaba eso pero que podrían llevarlo a donde quisieran con su hija.

El padre comenzó a llorar cuando recordó que su hija de 5 años temía más por él porque sabía que él iba a ir a prisión.

Christian habló con su hija hace una semana, cuando un funcionario del departamento de policía local intervino para encontrarla en un centro de detención de Chicago.

MELVIN

El migrante hondureño y su hijo de 17 años fueron rechazados en un puerto de entrada en El Paso cuando intentaron solicitar asilo.

Los dos estaban desesperados y decidieron cruzar de forma ilegal, recorriendo una alcantarilla de concreto a lo largo de la frontera a medida que se oscurecía.

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Tenían miedo debido a que habían escuchado rumores de que pandillas se llevaban a los migrantes en Ciudad Juárez, México.

Fueron arrestados por las autoridades estadounidenses y separados al poco tiempo. Melvin dijo que no sabe dónde está detenido su hijo.

MARIO

El hondureño de 32 años habló sobre el dolor que sintió cuando fue separado de su hija de 10 años, el día de su cumpleaños, y sin saber dónde estaba detenida.

El padre fue arrestado el 25 de mayo en una valla que limita la frontera de Estados Unidos con México.

Dijo que las autoridades le dieron un número telefónico para que pudiera obtener información sobre el paradero de su hija, pero indicó que no recibió una respuesta.

“Yo no he sabido nada de mi hija desde que me la quitaron”, señaló Mario y agregó que un abogado lo estaba ayudando.

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