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“Guardianes”, herramienta vital para que los deportados no pierdan sus hijos

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En caso de una deportación, los hijos menores de edad que quedan en EE.UU. son los más vulnerables, por lo que los padres deben tomar medidas preventivas que garanticen su seguridad y eviten que queden en hogares temporales, como nombrar como un “guardián” a un familiar o allegado, según expertos.

María Gutiérrez, notaria certificada en Phoenix (Arizona), explicó a Efe que los padres que se encuentran en riesgo de ser deportados deberían redactar una carta poder (power of attorney) para establecer qué persona fungirá como “guardián” de sus hijos.

“El documento consiste en dejar la tutela a una persona de suma confianza que pueda recogerlos en el momento que suceda la deportación y no queden al resguardo” de departamentos estatales de menores, comentó.

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Mencionó que cuando los padres no toman medidas preventivas, los hijos son remitidos a este tipo de agencias estatales, que los envían con familias temporales.

“Hemos visto casos de niños en casas temporales que han sido abusados tanto físicamente como psicológicamente. Es algo muy duro que afecta a los menores y no podemos hacer nada si no hay un documento que los respalde”, destacó.

En algunos casos, la deportación es considerada como negligencia infantil y, los padres corren el riesgo de perder la patria potestad, y los niños pasan a ser dados en adopción.

Lydia Guzmán, directora del comité de inmigración de la Liga de Ciudadanos Americanos Unidos (LULAC) en Arizona, dijo a Efe que una vez que los menores quedan en custodia de una agencia pública es mucho más difícil para los padres o familiares recuperar a los menores.

“Es mejor prevenirse porque el Departamento de Seguridad al Menor de Arizona (DCS) no entrega a los niños si la persona no cuenta con estatus legal, además les hacen un estudio detallado a las personas que los reclaman. En cambio, si deja la carta poder cuenta con una persona responsable que puede tomar decisiones de llevarlos a la escuela y al médico”, detalló.

Mencionó que existen casos en los que los padres fueron deportados y, en su afán por regresar por sus hijos, vuelven a cruzar la frontera, pero las autoridades no se los entregaron porque consideraron un delito entrar de manera ilegal al país.

“Para los padres no hay montañas, ni mares que puedan separarlos de sus hijos, pero desgraciadamente cuando regresan, sino tienen papeles en ocasiones no se los devuelven”, comentó Guzmán.

Detalló que el “via crucis” de recuperar a los menores se puede prevenir con este poder notarial, que debe renovarse periódicamente.

“Es importante que tengan el documento al día y en la casa, además deben de darle una copia a la persona que va a recibir a los niños en caso de que se presente la emergencia”, expresó.

Guzmán añadió que los padres deben de prevenir estas situaciones, ya para los menores es una experiencia realmente traumática desde que quedan bajo la tutela de departamentos estatales de menores, pues son interrogados y enviados a hogares temporales.

Gutiérrez insistió en la idea de que la elección de los padres tiene que ser sumamente cuidadosa, porque con el documento ceden a los tutores los derechos de sus hijos.

“Debe ser una persona que conozcan de mucho tiempo o un familiar, no el compadre de parranda, yo les pido a mis clientes que los traigan físicamente para que firmen el documento y así ver que se trata de personas respetables y confiables, porque es muy delicado”, detalló.

Indicó que también es importante que los custodios cuenten con estatus legal, aunque no es necesario, porque, a diferencia de los indocumentados, las personas legalmente en el país pueden viajar al extranjero para reunificar a los hijos con sus padres.

“Los guardianes tienen que contar con identificaciones válidas y de preferencia estar legalmente en el país. Aunque la abuela o tías pueden hacerlo, aunque no tengan papeles, en caso de una custodia permanente, se tiene que gestionar en el consulado”, explicó.

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