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Otra historia del drama del secuestro en México

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En enero de 2012 los jóvenes mexicanos David y Miguel viajaron a un cumpleaños a las cálidas playas de Ixtapa, en Guerrero (sur). Nada más se ha sabido de ellos desde entonces salvo por una campaña en las redes sociales que ha revivido el caso y desnudado nuevamente el drama del secuestro en México.

Tres años después, desesperadas por no tener noticias de ellos, las hermanas de David, Lourdes y Débora, y de Miguel, Geraldine, se unieron recientemente para crear la campaña “Rescatemos a David y Miguel” que se ha hecho viral y ha tenido un fuerte eco en los medios de comunicación mexicanos.

Desde que lanzaron la iniciativa han recibido apoyo de diversas organizaciones como México SOS, Alto a la Delincuencia y Movimiento de Justicia y Dignidad, además de forzar a las autoridades a pronunciarse sobre el asunto.

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Este lunes, el coordinador nacional antisecuestros, Renato Sales, reconoció que la semana pasada se reunió con miembros de la familia de las víctimas “para ver el estado del asunto” y hoy los han vuelto a convocar con la Policía Federal, el Ejército y la Armada.

Sales reveló a Radio Fórmula que algunos de los secuestradores ya están “identificados” y “hay datos” sobre la posible ubicación de los criminales, pero aclaró que eso “no significa” que sepan “exactamente en donde estén”.

“Vamos a trabajar precisamente para capturar a los secuestradores y dar con el paradero de David y Miguel”, prometió.

En una entrevista con Efe Lourdes Ramírez, la hermana de David, de 19 años, relató hoy cómo se dieron los hechos el fatídico día del secuestro.

En el trayecto en coche desde Ciudad de México a Ixtapa (Zihuatanejo), Miguel mandaba mensajes a otros amigos a los que iban a ver en el destino para saber por dónde se encontraban y llegar todos juntos cuando a media mañana un grupo de hombres vestidos como policías los detuvo.

“Miguel le mandó un mensaje a un amigo diciéndole: ‘Llámale a la mamá de David, porqué se suben a David’ (a un vehículo)”, narró Lourdes.

De acuerdo a lo que la joven cuenta, aquella tarde de enero Débora, la otra hermana de David, logró establecer contacto telefónico con él.

“Contestó llorando, nos pedía ayuda, decía que estaba en problemas”, explicó emocionada.

Uno de los captores habló con Débora por teléfono y le confirmó que su hermano estaba secuestrado. La joven se angustió y avisó rápidamente a su familia.

“Los secuestradores vuelven a marcar y piden una cantidad de dinero; mi mamá fue la negociadora oficial”, reveló Lourdes sobre aquellas primeras horas.

Mientras, los familiares de los dos secuestrados presentaron una denuncia ante la Policía Federal, que “mandó negociadores” a su casa al inicio de una agonía que se prolongó por 48 horas en las que ambas familias siguieron el devenir de los acontecimientos bajo el mismo techo

Al tercer día por la mañana recibieron una segunda llamada en la que acordaron el rescate y la entrega del dinero.

Un familiar de Miguel fue al lugar pactado. “Al momento de llegar lo reciben unos hombres vestidos como militares, que portaban metralletas de alto calibre, entrega el dinero y pregunta ‘¿Y los muchachos?’. Ellos le responden ‘Váyase más adelante, ahorita los vamos a mandar’”, detalla Lourdes.

Pasaron cuatro horas y los muchachos nunca llegaron. “Las autoridades nos dijeron que en este tipo de rescates, las víctimas tardan hasta una o dos semanas en regresar”, cuenta a EFE. Todavía los están esperando.

Lourdes denuncia que “las autoridades no han querido llevar a cabo el operativo de rescate” pese a los indicios sobre la identidad de sus captores y su eventual localización.

Sales sostiene que David y Miguel han sidos incluidos en la categoría de “en cautiverio” mientras no se sepa qué fue de ellos.

Detalla que en lo que va de año se han registrado 394 casos de secuestros con 494 muertos, porque muchos fueron múltiples, y se estima que 99 personas permanecen cautivas.

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