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Raúl García Lao: De modelo a activista

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Es alto, fuerte, negro y gay. Se llama Raúl García Lao y tiene una larga historia, que abarca varios países e incluye una exitosa carrera de modelaje en México.

Nació en Cuba, dentro de una familia de alto nivel cultural que siempre apoyó al gobierno de su nación. Lo mismo hacía el pequeño y espigado moreno, hasta que descubrió su orientación sexual.

“Al entrar a la universidad tuve que cambiar mi posición frente a la política gubernamental, pues me di cuenta de la discriminación que existía hacia los que tuvieran preferencias diferentes. Fue realmente muy difícil enfrentar mi realidad, teniendo un padre militar estricto y totalmente enamorado de la revolución”, relata Raúl.

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“Mi situación trajo un enfrentamiento tal, que mi madre, toda una heroína solidaria, decidió sacrificar su relación de tantos años para apoyarme”, agrega.

A pesar de ser una isla mestiza, este atractivo hombre afirma que en Cuba pueden existir prejuicios raciales cuando se trata de personas que no son heterosexuales. Supo entonces que necesitaba emigrar.

“Yo tenía muy claro que si salía de la isla sería en avión, por la puerta grande, ya que el mar puede ser hermoso y romántico, pero también se ha tragado a generaciones enteras de cubanos”, subraya.

“Un día conocí por casualidad a una chica mexicana que se enamoró de mí y me ofreció, sin compromiso, llevarme a su país a triunfar”, añade.

Debut en la Capital azteca

Al llegar a México, Raúl comenzó a trabajar en la Escuela de Personalidad y Modelaje de Erika Morán, situada en Polanco.

“Sin embargo, mi primera oportunidad en la moda se la agradezco a la modelo puertorriqueña Elba Monge, que en paz descanse. Ella me presentó al fotógrafo estrella de aquella época, Memo Cota, de la agencia de Aníbal y Tania, en la calle Florencia”, asegura.

Fue ahí donde se realizó sus primeras fotos profesionales. Con ese portafolio se presentó ante Glenda Reyna, quien inmediatamente lo contrató en exclusiva como el primer modelo negro masculino de su agencia.

Pronto empezó a protagonizar distintas imágenes, a pesar de que no existe una población negra numerosa en el País.

“El tono de mi piel fue una ventaja, ya que Glenda tuvo el valor de presentarme en los castings internacionales, donde gracias a Dios fui seleccionado”, dice.

“Tengo que agradecer que los mexicanos nunca vieron mi color como algo diferente, sino como algo deseable y bello. En esa temporada éramos tres personas de piel oscura: Elba Monge, Monique Vilfort y yo”, destaca orgulloso.

De esos tiempos recuerda con cariño sus primeros trabajos: sesiones con Memo Cota; fotos en el Reforma para Moda, con ropa de Macario Jiménez; el desfile con el coordinador Javier Quintana; un comercial para Videocentro, en el que apareció junto a Bibi Gaytán; y su primer espectacular para el estilista japonés Ken Kinoshita.

Luchó mucho. Desde quitarse el acento cubano, hasta enfrentarse al rechazo inicial de múltiples coordinadores; desde extrañar a su país y a su madre, hasta el hecho de pasar bastante tiempo solo.

Llega el amor desde Europa

“Yo estaba feliz, trabajaba mucho y tenía una vida agradable, pero siempre llegan sorpresas. Una vez estaba en Nueva York cuando me invitaron a una cena, ahí conocí a un diplomático holandés encantador, Hans Glaubitz, con quien sentí una conexión inmediata. Desde entonces no nos separamos”, relata.

“Hoy puedo decir que estoy contento, llevamos más de 18 años juntos compartiendo en las buenas y en las malas”.

Hans es ahora diputado por un partido político social liberal llamado D66 en Amsterdam, el cual introdujo varias reformas en el pasado, como el matrimonio entre homosexuales en Holanda.

Por su parte, en vez de dedicarse a una vida holgada, Raúl se ha desarrollado en varios rubros sociales en Ámsterdam. Colabora sin remuneración en escuelas y hogares de ancianos, además de que visita cárceles de indocumentados para llevarles libros, ropa y otros artículos.

“Quiero que estén enterados de sus derechos internacionales según la legislación europea. Me he convertido en defensor de los derechos humanos, apoyando a aquellos que necesitan orientación o traducción simultánea”, afirma Raúl.

“Deseo ayudar un poco a los que lo necesitan, porque la vida me ha dado mucho para ser un negro que llegó de Cuba”, finaliza sonriente.

El futuro del modelaje en México

Este atractivo cubano augura un camino prometedor, con mucho talento nacional por descubrir. Afirma que el mercado de la moda muestra un mayor dinamismo gracias a la entrada de nuevas marcas, diseñadores y plataformas de visión internacional, como el Fashion Week y los inversionistas que apuestan por esta industria. Para él, todo esto promueve e impulsa las corrientes mexicanas vanguardistas del diseño y la cultura.

ASÍ LO DIJO

“Quiero agradecer infinitamente a México, mi segunda Patria, por haberme consentido y apoyado en un momento difícil. Mi México lindo y querido que llevo siempre en el corazón, ya que me siento muy, pero muy mexicano”

Raúl García Lao, modelo

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