El de Papantla, un súper penal en cámara lenta

Concebido como un modelo de prisión de máxima seguridad, el penal de Papantla sigue sin entrar en operación. Calderón lo prometió para 2012, Peña Nieto podría entregarlo hasta 2016.

En marzo de 2012, el entonces presidente Felipe Calderón visitó las instalaciones del Complejo Penitenciario Federal No. 3, en Papantla, Veracruz. En su recorrido, afirmó que estaba listo el módulo de ultramáxima seguridad, el módulo de máxima seguridad, el módulo de seguridad mínima y el módulo de seguridad media. “En muy breve tiempo, este nuevo penal federal de Papantla entrará en funcionamiento”, anunció.

Han pasado 40 meses de esa visita y, hasta el momento, el penal no ha sido puesto en operación.

La obra sería un modelo en penales de máxima seguridad. El presupuesto programado inicialmente para su construcción era de 2,088 millones de pesos; en 2011 se ajustó a 2,300 millones, y su costo final superará los 2,600 millones.

Según comunicación social de la Policía Federal, el penal no está funcionando porque no ha sido terminado. La dependencia prevé que quede listo a finales de 2015 o hasta el próximo año.

En la página de Tradeco, la empresa constructora, se muestran fotografías en las que los edificios lucen completos. En las fachadas, se pueden ver los letreros que identifican el penal; las rejas en celdas están colocadas y pintadas; incluso, se aprecian cámaras de seguridad instaladas y sistemas de tubería que podrían ser de agua y gas en los techos de los edificios. En una toma, se observa un pequeño jardín empastado y los bordes de las banquetas están pintados de amarillo.

El proyecto Papantla se adjudicó de manera directa mediante el contrato OADPRS/DGA/DOPRMSG/OP/O/AD/021/2009. Tres empresas recibieron el contrato: “Desarrolladora y Constructora de Proyectos Integrales TYPP, S.A. de C.V.; TRADECO Infraestructura, S.A. de C.V., y PROMOTORA Y DESARROLLADORA MEXICANA S.A. de C.V”. El plazo de ejecución de obra fue de 630 días naturales, “con periodo del 6 de julio de 2009 al 27 de marzo de 2011″.

El complejo se diseñó con más de 2,300 espacios y celdas en tres niveles: media, máxima y “súper máxima” seguridad. Cuenta con hospital con 60 camas, helipuerto, áreas de talleres, dormitorios de custodios, áreas para servicios generales para reos, custodios y administración.

Además de la importancia del centro por sus módulos de “súper máxima” seguridad, el penal se planeó como centro de admisión de reos federales para su clasificación y posterior traslado a otros centros federales. Ahí se instalaría el Centro Nacional de Observación y Clasificación de Reclusos.

Este penal se definió como único y el primero en su tipo, pues en su diseño se privilegió disminuir las relaciones entre el custodio y el reo y así eliminar posibilidades de corrupción del personal.

Tipo de construcción: Edificación institucional de seguridad.

Área de construcción: 85,000 m2

Superficie: 28 hectáreas

Cliente: Comisión Nacional de Seguridad.

Capacidad: 2,000 internos.

Módulo: “Súper máxima” seguridad

Fecha de entrega: Diciembre de 2012