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Detenidos por caso de 43 estudiantes desaparecidos denuncian torturas

Los familiares de dos de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos, Clemente Rodríguez (i), padre de Christian Rodríguez; y Nayeli Guerrero (d), hermana de Joshivani Guerrero, participan en una marcha hacia la sede de las Naciones Unidas hoy, domingo 26 de Abril de 2015, al cumplirse siete meses de su desaparición, en Nueva York (EE.UU.).

Los familiares de dos de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos, Clemente Rodríguez (i), padre de Christian Rodríguez; y Nayeli Guerrero (d), hermana de Joshivani Guerrero, participan en una marcha hacia la sede de las Naciones Unidas hoy, domingo 26 de Abril de 2015, al cumplirse siete meses de su desaparición, en Nueva York (EE.UU.).

(Kena Betancur / EFE)
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MÉXICO.- El grupo de expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se encuentra en México por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos, denunció el lunes que algunos de los detenidos les han manifestado que sufrieron torturas, hechos que están siendo investigados.

En una conferencia de prensa, el experto español Carlos Beristain dijo que se entrevistaron con 16 de los detenidos (que son más de un centenar, entre policías y autoridades corruptas, además de narcotraficantes) y “hubo un grupo relativamente numeroso” que “sí nos dijo que habían sufrido malos tratos y torturas”.

“Consideramos que las garantías legales, el análisis exhaustivo de esas denuncias, es fundamental para evitar que eso genere problemas más adelante”, apuntó el experto.

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Los cinco especialistas independientes están en México como parte de su tercera visita de estudio del caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala el pasado 26 de septiembre por órdenes de las autoridades locales y a manos de policías y miembros del crimen organizado.

En la conferencia de prensa de hoy estuvieron presentes dos de ellos, la exfiscal guatemalteca Claudia Paz y Beristain, quien agregó que ante la hipótesis de que “no se hubieran respetado los derechos para los detenidos, sería muy negativo para el proceso y eso tendría consecuencias legales”.

Por ello lo importante ahora es hacer un estudio “sistemático” de las alegaciones, de los informes médicos y de los estudios basados en el Protocolo de Estambul (de la ONU, sobre tortura) que “ayuden a determinar la veracidad, fortaleza y consistencia de esas denuncias”, agregó.

El experto apuntó que en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México se han presentado al menos una decena de quejas por posibles casos de tortura o alteraciones al debido proceso en este caso, del que la CIDH no dará unas conclusiones concretas hasta agosto o septiembre, al final de su visita, iniciada en marzo.

El pasado jueves agentes federales mexicanos realizaron la última detención importante por este asunto al capturar a Francisco Salgado Valladares, quien era subdirector de la policía municipal de Iguala cuando los jóvenes desaparecieron.

Aquella noche, policías de Iguala dispararon contra los estudiantes y causaron la muerte de 6 personas y la desaparición de 43 estudiantes que fueron entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes presuntamente los asesinaron e incineraron sus restos en un basurero del vecino municipio de Cocula.

Familiares claman justicia

En tanto, centenares de madres desfilaron en la capital el país para reclamar justicia y la recuperación de sus hijos, en un Día de las Madres que a ellas les trae, más que nada, dolor y rabia.

“Tenemos la necesidad de gritar a la sociedad y a los funcionarios públicos que hay madres que no celebramos, que hay una silla vacía en nuestro hogar y un pedazo de corazón que no está con nosotros”, dijo a Diana Iris, miembro de Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en México (Fundem), entidad organizadora de la marcha junto con otras asociaciones.

Su hijo, Daniel Cantú, desapareció en 2007, con 23 años, en el norteño estado de Coahuila. Ingeniero industrial, el suceso tuvo lugar mientras trabajaba.

“Nunca hemos sabido de él y las autoridades han sido omisas e indolentes. Ni generaron un línea de investigación”, señaló esta madre, quien demandó “el derecho universal de saber la verdad”.

Explicaciones, justicia y verdad fueron los reclamos más escuchados en esta manifestación que, por cuarto año consecutivo, visibiliza una realidad lacerante en México donde, según cifras oficiales, han desaparecido más de 22,000 personas en los últimos ocho años.

Centenares de rostros en blanco y negro, impresos en pancartas y hojas informativas junto con el rótulo “Desaparecido” o “¿Has visto a…?”, acompañaron a cerca de un millar de personas en esta marcha emotiva.

Pues se escucharon consignas como “Dónde están, dónde están, nuestros hijos dónde están” o “Hijo, escucha, tu madre está en la lucha” y multitud de lemas en favor del regreso con vida de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, en el estado sureño de Guerrero.

“Son casi ocho meses buscando a nuestros hijos y sin una respuesta del Estado”, dijo Cristina Bautista, madre del normalista Benjamín Asencio que, según versiones oficiales, desapareció a manos de autoridades corruptas y miembros del cártel Guerreros Unidos.

“No son sólo 43. Son miles más. Esta fue la gota que colmó el vaso y visibilizó a miles de madres”, remarcó Iris.

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