Gobierno mexicano condena violencia y ataques a candidatos en las elecciones

El Gobierno de México expresó hoy su condena a los ataques a candidatos, que ya han dejado 94 asesinatos en el país, y se asumió como garante para que el proceso electoral del 1 de julio transcurra de manera pacífica y ordenada.

El secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete, dijo en un mensaje a medios que la administración del presidente Enrique Peña Nieto “se asume como garante para que el proceso electoral se desarrolle de manera ordenada y pacífica”.

El titular de la seguridad interior en el país expresó la condena del Gobierno de Peña Nieto a las agresiones a candidatos y a todos los llamados a la violencia o para violentar las leyes electorales del país, sin importar de donde provengan.

Navarrete exhortó a todos los actores políticos del país para que el contraste y el debate “no se conviertan en encono” y menos en una incitación a la violencia contra los partidos, candidatos o las instituciones.

El secretario expresó además el rechazo del gobierno mexicano a las insinuaciones de que desde el poder Ejecutivo se pretende interferir para “inclinar la balanza a favor o en contra de un candidato, partido o coalición política”.

En su mensaje a los medios, Navarrete apuntó que el gobierno federal “tiene muy claro” que no es parte del proceso electoral por lo que mantendrá la imparcialidad y neutralidad que señalan las leyes.

Aseguró que en México no se condena a nadie por sus ideas aunque si es condenable “cualquier acto de violencia que trastoca las instituciones”.

Navarrete invitó a los dirigentes de los partidos políticos, a los candidatos presidenciales a un diálogo que contribuya a que en este proceso electoral prevalezca la certidumbre, civilidad y respeto.

Desde el inicio formal del proceso electoral mexicano el pasado 8 de septiembre de 2017, en el país se han registrado 305 agresiones contra actores políticos y sus familiares, entre ellos 94 asesinatos de candidatos, precandidatos o autoridades.

En últimas semanas, la campaña electoral se ha polarizado por las diferencias entre el candidato presidencial izquierdista, Andrés Manuel López Obrador, y un grupo del sector empresarial al que acusa de ser rapaces y de abonar la guerra sucia en su contra.