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Juchitán celebra triste día de Independencia tras el gran terremoto de México

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Sin banda de guerra, en silencio y con una ofrenda floral, integrantes del ayuntamiento de Juchitán de Zaragoza, el municipio del estado de Oaxaca más castigado por el terremoto del 7 de septiembre, conmemoraron el 207 aniversario de la independencia de México.

Fue un acto solemne en el parque Hidalgo de la ciudad, presidido por la presidenta municipal Gloria Sánchez, en el que no hubo discurso.

Al final, ante medios de comunicación, señaló que el evento fue simbólico, porque no se puede dejar pasar esta fecha histórica para México, más no festivo.

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“Las condiciones en que se encuentra el municipio no son para festejar como se acostumbra cada año con un baile popular grande en el centro de la ciudad, hoy el pueblo está triste y hay luto en Juchitán y en México”.

El gobierno del estado ordenó suspender la celebración de las fiestas patrias para honrar la memoria de los 98 muertos por el terremoto; 78 de ellos en el estado de Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabaco.

En su primer Grito de Independencia, celebrado en la noche del viernes, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, incluyó en la arenga el mensaje alusivo al terremoto:

“¡Hoy Oaxaca está de luto, pero estamos de pie!”, dijo acompañado de sus hijos y su esposa, vestida con el traje de luto tradicional de la mujer del Istmo de Tehuantepec, la región oaxaqueña más impactada por el sismo de 8,2 en la escala de Richter.

Del frente del Palacio de Gobierno colgaba un moño negro bajo el balcón central, el mandatario clamó las vivas a los héroes patrios sin fuegos pirotécnicos ni música.

Murat recordó el terremoto como también hizo el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en su mensaje del Grito de Independencia desde el zócalo de la Ciudad de México, en el que incluyó: “Viva la solidaridad a los mexicanos con Chiapas y Oaxaca”.

En Juchitán anoche no hubo Grito de Independencia oficial. La plaza principal lucía semioscura y en un intento por levantar el ánimo, en la noche un ciudadano tomó una bandera que ondeó trepado sobre una excavadora.

Frente al palacio municipal, parcialmente derruido por el sismo, el hombre dio el grito en español y en zapoteco frente a una docena de transeúntes.

Hoy no hubo desfile escolar ni militar conmemorativo, la ciudad no sale del marasmo.

Solo circulan vehículos cargados de escombros mientras se hace el reparto de despensa y se trasladan a lesionados. Además, persiste el temor a las réplicas, que desde hace una semana no cesan.

Esta mañana en pleno acto cívico, un sismo de magnitud 5,5 generó psicosis colectiva, pero no se reportaron derrumbes ni daños personales.

“No queremos fiesta, estamos de luto, tenemos tristeza, pero en la Colonia Adolfo C. Gurrión (en la periferia de la ciudad) vienen de fuera y quieren hacer fiestas y peleas de gallos. No nos hacen caso, ni la policía, ni el ejército, ¿nadie los puede detener?”, dijo a Efe, con voz entrecortada y ojos llorosos, la indígena zapoteca Ernestina Mendoza.

Adicionalmente, el presidente de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO), Arturo Peimbert, solicitó al gobierno del estado y al gobierno federal que el ejército mexicano sustituya las acciones de seguridad en este municipio de manera temporal.

Ello ante denuncias recibidas de actos de abuso y extorsión por parte de la policía municipal a una semana del terremoto que sacudió a la región del Istmo y destruyó miles de viviendas en esta ciudad.

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