Mexicanas menores de edad elevan su ingesta de alcohol a niveles nocivos

Las mujeres mexicanas menores de 17 años han elevado su consumo de alcohol a niveles considerados nocivos o peligrosos, a pesar de las restricciones para su venta, señaló hoy la doctora María de Jesús Radilla Vázquez.

“El uso nocivo está referido a los patrones de ingesta en grandes cantidades por ocasión, sin alimentos y fuera del hogar, además de que las mujeres adquieren esta práctica a una edad menor”, señaló la especialista en un comunicado.

Según la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) 2011 el consumo de alcohol entre las jóvenes mexicanas menores de 17 años alcanza niveles del 43,3 %, un incremento del 4,4 % respecto a los resultados mostrados en la celebrada en 2008.

La académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), destacó que las mujeres inician la ingesta de alcohol en promedio a los 19 años aunque hay sondeos que revelan el consumo de alcohol y de tabaco entre los 8 y los 10 años de edad.

Un 58,6 % de los hombres menores de 17 años consume bebidas alcohólicas, lo que supone un 8,1 % más respecto a la encuesta de 2008, destacó.

Radilla advirtió que los índices de consumo excesivo “son alarmantes” y con cifras de 19,3 % en el caso de las mujeres y de 47,2 % en los hombres, con casos de dependencia en menores de 21 años.

“Lo preocupante es que la dependencia en ellas es de 2 % mientras que en ellos alcanza el 6.2 %”, aseguró.

Por otra parte dijo que la ingesta en edades tempranas aumenta el riesgo de usar otras drogas y tener problemas escolares y de rendimiento además del riesgo de sufrir accidentes.

Destacó que el deterioro que provoca el alcohol en las personas depende de la cantidad y de la intensidad además de se corre el riesgo de que pueda convertirse en un hábito.

“El consumo de alcohol no ayuda a las personas a activarse ni a superar el cansancio, pues se pierde el control sobre la emociones y sentimientos”, dijo.

Advirtió que aunque se genera un bienestar momentáneo, si hay tristeza o depresión el alcohol las agudiza además de producir mayor fatiga física y sueño, y perdida de fuerza y coordinación.

“Tampoco combate el frío ni hace entrar en calor, no es un alimento, no es bueno para el corazón, no facilita las relaciones sexuales ni proporciona energía; la mezcla de bebidas no emborracha más”, explicó.