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El peruano Alfredo Alcalde considera un honor hacer muralismo en México

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El pintor peruano Alfredo Alcalde, uno de los artistas plásticos más reconocidos de su país, dijo hoy a Efe que considera un honor hacer muralismo en México, la nación que consolidó este género como uno de los sellos distintivos de su cultura.

“México me ha dado la oportunidad de hacer murales y para mí es un honor porque me permite estar junto a figuras que han desarrollado este modo de interpretar”, dijo Alcalde, quien llegó en 2011 a este país a exponer en el Museo de Bellas Artes de Toluca, capital del central Estado de México.

Alcalde, de 56 años de edad, es autor de los murales “Marcha febril” y “Devenir del hombre”, ambos realizados en formato desarmable para que puedan ser transportados y montados en sus exposiciones.

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En estas obras busca reflejar “todo lo que ocurre en el mundo contemporáneo” y hacer “un análisis del punto de vista social del desarrollo de las cosas, sobre todo en Latinoamérica”, dijo Alcalde (Chimbote, 1961).

El artista aseguró que su llegada en 2011 a la tierra de Rivera y Siqueiros representó una especie de reencuentro con el muralismo y con la cultura mexicana, a la que se ha sentido vinculado de manera profunda desde hace muchos años.

El movimiento artístico del muralismo se inició en México después de la Revolución de 1917 por un grupo de pintores, entre los que destacaron Diego Rivera (1886-1957) y David Alfaro Siqueiros (1896-1974).

“Conocía de cerca la vida, el comportamiento humano, social y político de los artistas del muralismo mexicano”, relató Alcalde, quien profundizó su conocimiento cuando estudió bellas artes bajo la tutela de sus profesores.

Reconocido por la exploración del alma y la condición humana que hacen sus pinturas, manifestó que concibe el muralismo “como una manera de hablar en voz alta” y por ello se considera un cronista de la misma forma en que lo fueron los clásicos del género.

Llegado a México de la mano del escultor mexicano Enrique Carbajal “Sebastian”, cuya fundación promueve su obra y sus exposiciones, Alcalde aseguró ser un artista que prefiere el reconocimiento popular.

“Prefiero el reconocimiento de a pie. Soy feliz cuando la gente me saluda, me permite conversar con ellos”, comentó el artista, quien aprovecha sus estancias en Ciudad de México para visitar galerías de artesanías y a sus amigos.

Fuerte defensor de la vinculación del arte con “el quehacer ciudadano”, describió su casa en Perú como un espacio cultural abierto al público y a los artistas jóvenes, todo ello con un espíritu filantrópico que le da sentido a su carrera.

“Me encanta estar vinculado a la gente de mi ciudad, tengo comunicación muy afable con mi pueblo, me llevo muy bien, y eso me hace sentirme un obrero del arte que está en permanente comunicación con ellos”, apuntó.

El pintor peruano se definió como representante de una corriente que “tiene que ver con la exploración del alma humana”, que busca reflejar lo que pasa en su entorno “de una manera ya sea metafórica, simbólica y muchas veces irónica”.

“A veces ocurren cosas que no necesariamente son ciertas cuando uno las ve, sino cuando uno las siente; entonces, desde ese punto de vista, trato de ser introspectivo en el carácter del ser humano, de la sociedad, expuso.

Durante sus estudios en la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes de Perú descubrió, y fue influenciado, por la obra de artistas como Víctor Humareda (1920-1986), a quien considera un artista impresionista que vivió en un estado casi marginal o de automarginación

“Es muy considerado como un artista que ha reflejado un momento muy interesante que ha vivido la sociedad peruana porque ha sido un pintor realista. Ha pintado facetas desde los movimientos obreros, la realidad cotidiana, de su entorno. Él valoró mucho eso como un tema muy importante para su obra”, sostuvo.

Además de su patria, donde se le reconoce como uno de los mejores artistas contemporáneos, Alcalde ha participado en exposiciones en Chile, Japón, México, Francia, Suiza, China y Estados Unidos, entre otros países.

Algunas de sus muestras se han presentado en el consulado de Perú en Ginebra (Suiza), el Instituto Chileno-Israelí de Cultura en Santiago (Chile), la Galería Genkan de Tokio (Japón), la Fundación Sebastian de Ciudad de México, la Cámara de Comercio de Singapur, el Museo de Bellas Artes de Toluca (México) y el International Museum of Art & Science de McAllen (Estados Unidos).

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