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Calidad del aire en Ciudad de México depende de sus habitantes, dice experto

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La calidad del aire de Ciudad de México ha mejorado muchísimo en los últimos años, pero aún queda mucho camino por recorrer y “depende de las personas y lo que estén dispuestas a hacer para reducir sus emisiones”, afirmó hoy Marc Guevara, del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC-CNS).

El investigador, jefe de modelización del grupo sobre composición atmosférica del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC-CNS, participó hoy en la presentación de una herramienta que difundirá diariamente un pronóstico de calidad del aire en la Ciudad de México a través de una actualización de la aplicación móvil “Aire CDMX”.

En una entrevista con Efe, recordó que el vínculo entre Barcelona y Ciudad de México empezó en 2014 a raíz de la asistencia de personal de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la capital mexicana al BSC-CNS para hacer un taller de dos meses para conocer el sistema de modelización de calidad del aire en la ciudad catalana.

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A partir de ello surgió la posibilidad de adaptar un sistema de España de pronóstico de la calidad del aire, llamado Caliope, para la Ciudad de México.

El científico refirió que el proyecto, que costó 4,6 millones de pesos (226.377 dólares), ha supuesto un año de trabajo, en el que se han desarrollado los aspectos operacionales del sistema.

“Con esta nueva herramienta puedes adelantarte a lo que te están diciendo las observaciones de calidad del aire, saber qué pasará en todo el día de hoy y el día del mañana, lo que da la información especialmente a aquella población que por temas de salud se puede ver más afectada por problemas de contaminación del aire”, indicó.

La Sedema ya tenía la aplicación “Aire CDMX”, que mostraba los resultados en tiempo real de las estaciones de monitoreo de calidad del aire. “Ahora lo que han hecho es añadir la capa de pronóstico con los resultados del sistema que nosotros hemos implementado”, manifestó Guevara.

Agregó que un modelo de calidad del aire de este nivel brinda la posibilidad de saber “cuál es la exposición de la población en todas las zonas y no solo donde hay estaciones de observación, por lo que el personal de epidemiología puede trabajar mejor y obtener los resultados más detallados”.

Por otro lado, expuso, este sistema se puede utilizar en modo diagnóstico para saber el impacto que tendrán medidas para mejorar la calidad del aire antes de aplicarlas.

“Esto es muy importante porque orienta al Gobierno sobre qué tan efectiva puede ser la medida, cómo gestionar las herramientas, dónde se deben poner más fondos económicos, y que eso ayude a adelantarte a un futuro cercano”, sostuvo.

Asimismo, subrayó que en la zona metropolitana de la capital mexicana hay 22 millones de personas moviéndose cada día y más del 90 % de los coches son de gasolina, por lo que hay más problemas de ozono, mientras en Barcelona 70 % del parque vehicular es diésel, “por lo que tenemos problemas de dióxido de nitrógeno”.

De acuerdo con el especialista, “la calidad del aire de la Ciudad de México ha mejorado muchísimo en los últimos años”, y los niveles de contaminación están mucho mejor que los de otras ciudades, “pero aún le queda mucho camino por recorrer”.

“Depende de las personas y lo que estén dispuestas a hacer para reducir sus emisiones y reducir el uso de vehículos. Con esta herramienta se busca concienciar a la población de que está en sus manos reducir la contaminación de Ciudad de México”, abundó.

Durante este año el Gobierno de Ciudad de México y el BSC-CNS seguirán vinculados, pero la idea de Guevara es que la Sedema sea autosuficiente e independiente en el uso del sistema. “Esto es primordial”, acotó.

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