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La renuncia de Carstens, un balde de agua fría para la economía mexicana

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La renuncia del gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, llega en un momento muy difícil para el país, inmerso en una gran incertidumbre a raíz del triunfo de Donald Trump en la elección presidencial de Estados Unidos.

Los efectos del anuncio se dejaron sentir de inmediato en los mercados. El peso mexicano perdió 1,02 % de su valor frente al dólar, mientras que la Bolsa Mexicana bajó 0,95 % respecto a la jornada anterior.

Aunque quedan siete meses para la salida de Carstens del instituto emisor, los expertos coinciden en que es una mala noticia para el país, ya que se trata de una figura que goza de gran prestigio nacional e internacional que ha logrado con éxito sortear las dificultades económicas de los últimos años.

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El gobernador del Banco de México anunció hoy que dejará el cargo el 1 julio de 2017 para convertirse en gerente del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés) en octubre del próximo año, en sustitución del español Jaime Caruana.

En una rueda de prensa, negó tener roces con el Gobierno que llevaran a su renuncia al cargo y rechazó que su salida pueda ser comparada con la de decisión de un capitán que abandona el barco en medio de la tormenta.

“Yo voy a estar siete meses (más en el cargo) y espero que la tormenta no dure tanto”, comentó al aludir a los efectos en la economía de la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero próximo.

En su campaña, el magnate tildó de “criminales” y “violadores” a los mexicanos residentes en Estados Unidos, y prometió expulsar a todos los indocumentados y levantar un muro en la frontera con México, el cual haría pagar al Gobierno de este país.

También anunció que impondría un arancel de 35 % a los productos mexicanos y que renegociaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en vigor desde 1994, al considerar que destruye empleos en Estados Unidos.

“De ninguna manera se debe ver mi salida como una reacción de mi parte a una situación coyuntural o algún supuesto desencuentro con la Secretaría de Hacienda o con el Gobierno federal. No hay nada de eso”, aseguró el economista de 58 años.

Dijo que los tiempos los marcaba el BIS, que agrupa a 60 bancos centrales de países que representan el 95 % del PIB mundial, y destacó que los siete meses garantizan una transición “tersa, ordenada y sin sobresaltos” en el instituto emisor.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, “hará una designación atinada, el Banco va a tener un buen gobernador y el país a va ganar a un representante (él)” en una institución global, afirmó.

El mandatario felicitó a su vez al economista por su nombramiento, que representa “una gran distinción” no solo para él sino para “la conducción de las políticas macroeconómicas de México”, y señaló que la designación de su sucesor se dará más adelante.

En tanto, el titular de Hacienda, José Antonio Meade, dijo que aún falta tiempo para la salida de Carstens, lo que genera “tranquilidad”, y confió en una “transición ordenada”.

La Asociación de Bancos de México dijo que el economista dejará un banco central “fuerte y potente”, que ha mantenido un manejo impecable de la política monetaria y cumplido su mandato de defender el valor del peso, y también destacó que hay “plazo suficiente” para elegir a su sucesor.

Por su parte, el vicecoordinador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, se pronunció porque la renuncia de Carstens a Banco de México “sea un factor que ayude al país y que no genere dudas ni inestabilidad en el sector financiero”.

Planteó que se debe tener cuidado para evitar que, en lugar de ser algo positivo, “resulte siendo algo que nos perjudique como país y a las finanzas públicas”.

A su vez, el senador Ernesto Ruffo, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), consideró preocupante la renuncia de Carstens. “Me preocupa, porque se nos va en un momento muy importante de la navegación financiera, la navegación del desarrollo económico del país”, afirmó.

Con todo, reconoció que la invitación a Carstens para convertirse en gerente del BIS es un reconocimiento a su trayectoria. “Estos organismos de alto nivel internacional están escogiendo a un funcionario hecho en México, un mexicano al que se debe reconocimiento y que ha tenido logros en la macroeconomía nacional”, señaló.

Carstens fue nombrado gobernador del banco central a fines de 2009, durante el mandato del presidente Felipe Calderón (2006-2012), por un periodo de seis años y en septiembre de 2015 fue ratificado para un nuevo mandato que concluiría en diciembre de 2021.

Goza de gran prestigio dentro y fuera del país. En 2011 fue propuesto por México para ocupar la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI), un proceso en que fue derrotado por la francesa Christine Lagarde.

El BIS es la institución financiera internacional más antigua del mundo, fundada en mayo de 1930; su sede es Basilea, Suiza, y asiste a los bancos centrales en la promoción de la estabilidad monetaria y financiera global.

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