Simpatizantes de Bernie Sanders no se rinden y aseguran que los cambios son posibles

Cientos de aliados del líder demócrata Bernie Sanders marcharon el sábado alrededor de las 3 p.m., llegaron al ayuntamiento de la ciudad y por varias horas mantuvieron un mitin en las escalinatas del inmueble.

Los simpatizantes caminaron diez calles desde la esquina del bulevar Olympic y la calle Main donde generalmente las marchas de los inmigrantes inician. Luego de escuchar a algunos líderes comunitarios entre música y mensajes al aire, los manifestantes iniciaron la caminata.

La marcha fue una de varias manifestaciones políticas y del trabajo que se realizaron en el centro de la ciudad el fin de semana. El viernes, miles de conserjes tomaron las calles demandando un incremento al salario mínimo y la expansión a sus derechos.

Ayer sábado ya en el ayuntamiento, los seguidores del senador de Vermont tuvieron la oportunidad de hablar con algunos delegados que participan en la contienda.

Kelly Brinn, de 38 años, dijo que el hecho de que Sanders defienda a la gente trabajadora de los intereses de las corporaciones y de los bancos la inspiraron a participar en el movimiento. El plan de darle a los estudiantes una educación universitaria gratis terminó de convencerla. Ella tiene una deuda universitaria de 50 mil dólares.

La joven subrayó que el argumento de los medios de comunicación que hacen pensar que una universidad gratis es imposible, es falso.

“Puede ser pagado si nuestros impuestos son utilizados propiamente”, enfatizó.

Marla Stone, una profesora de historia europea en el Colegio Occidental, terminó la marcha con su esposo y su hija de 14 años. Enfatizó que Sanders es el primer candidato con un argumento moral por una economía justa y tiene un plan que podría fortalecer a la clase media de Estados Unidos, una vez más.

“Esto no es una fantasía”, afirmó. “Podemos mejorar – solíamos ser mejor”.

En contraste con las manifestaciones en Costa Mesa y en la zona de la Bahía, la marcha y el mitin en el centro de Los Ángeles transcurrieron pasivamente, dijo Norma Eisenman, del Departamento de Policía de L.A.

“Tenemos policías extras a la mano para monitorear lo que pasa, como siempre lo hacemos, pero hasta el momento no tenemos indicación de que algo inusual suceda”, dijo Eisenman.

El senador de Vermont no estuvo presente en la protesta ya que había sido invitado a la Casa Blanca a la Cena de los Corresponsales que se realiza anualmente.