Anuncio

Son como ‘fantasmas’, difíciles de rastrear: Las armas de fuego que pueden imprimirse

Share

Hace unos años, las impresoras tridimensionales tomaron el centro de atención internacional al hacer pizza que podía comerse, guitarras que podían tocarse y hasta martillos que podían utilizarse como herramientas.

A lo contrario de la impresora tradicional, que imprime en doble dimensión, la impresión 3D, crea cualquier objeto, siempre y cuando esté diseñado en la computadora y su material pueda depositarse en la máquina que imprime capa sobre capa el modelo que le pides.

Hoy en día, hacer armas de fuego que pueden descargarse y que son difíciles de rastrear, es el tema que ha dividido a Estados Unidos.

Anuncio

Justo cuando muchos pensaban que podrían hacer sus propias armas de fuego, a través de impresoras tridimensionales, un juez de Estados Unidos acaba de prohibir que se hagan públicos los planos para las creaciones.

Hasta el momento, 20 estados del país y el distrito de Columbia habían solicitado una orden judicial, para detener un acuerdo que Donald Trump había alcanzado con Defense Distributed, una organización en Texas, que desarrolla y publica diseños de armas de fuego de código, para replicarse por medio de impresoras 3D.

Los demandantes argumentaron que el acceso en internet a armas de plástico indetectables, representa un riesgo de seguridad, ya que podrían ser adquiridas por delincuentes y terroristas.

Robert Lasnik, juez federal de distrito, dijo este lunes que las acciones del Estado “no solo afectan la seguridad nacional, sino que también tienen repercusiones internas”.

“Cuando la Administración Trump inexplicablemente dio luz verde para distribuir planos en internet de ‘pistolas fantasmas’ impresas en 3D e imposibles de rastrear, puso en peligro innecesariamente a nuestros niños, nuestros seres queridos y nuestros hombres y mujeres en la aplicación de la ley”, dijo el procurador general de California, Xavier Becerra, quien se unió a la coalición para frenar la revelación de los planos.

“Las acciones de la administración Trump fueron peligrosas e incompetentes. La decisión actual [del juez] debe servir como un llamado de atención a la administración: si continúa saboteando el trabajo de las fuerzas del orden para mantener a las comunidades a salvo, lo haremos responsable”, dijo Becerra este lunes después del anuncio del juez.

¿Por qué son tan peligrosas estas armas?

Las armas de fuego son de plástico, sin seriales ni número de inventario, no cuentan con registro de su dueño y pueden destruirse fácilmente.

Los archivos de Defense Distributed incluyen planos que podrían utilizarse para producir una versión del rifle de asalto semiautomático AR-15, un arma que ha sido utilizada en muchos tiroteos masivos en suelo estadounidense.

Por su parte, Cody Wilson, fundador de la organización, argumentó que el acceso a los planos está garantizado bajo la Primera y Segunda enmienda del país, las cuales se refieren a la libertad de expresión y el derecho a llevar armas como medida de seguridad.

Las armas se imprimen en piezas a través de una impresora 3D con piezas que el usuario ensambla posteriormente.

El único metal en el arma es el percutor y la bala en sí, por lo que las pistolas de plástico pueden evadir detectores de metales, con tan solo el pequeño percutor y una pieza de acero para cumplir con la Ley de Armas de Fuego Indetectables, según CBC News.

Cada arma es reutilizable y dispara una cantidad diferente de rondas, dependiendo del tipo de arma hecha con la impresora. No son duraderas, pero si pueden lastimar, según los creadores.

Además, los usuarios de Defense Distributed, quienes solo necesitan pagar una pequeña tarifa e incluir un correo electrónico, nombre de usuario y contraseña para registrarse, también pueden compartir sus propios diseños de armas, revistas y accesorios.

¿Quién es Cody Wilson?

Wilson se proclama anarquista. En el año 2013, el emprendedor fue incluido por la revista Wired, en la lista de las 15 personas más peligrosas del mundo.

Ese mismo año reveló su proyecto de poner a la libre disposición del público la pistola Liberator, para ser descargada e impresa mediante impresora 3D.

Muchos piensan que es un hombre mayor, pero de hecho el activista por los derechos a las armas, tiene solamente 30 años de edad y es nacido en Little Rock, en el estado de Arkansas.

Wilson vive actualmente en Texas, y es licenciado en Lengua inglesa por la Universidad de Arkansas y exestudiante de la facultad de Derecho de la Universidad de Texas.

El joven afirma ante los medios que no no fabricó armas para la gente, sino que solamente ofrece los planos para quienes quieran hacerlas.

Algunos a su favor, como la organización Propietarios de Armas en Estados Unidos (GOA), apoyan el proyecto.

“Los que odian las armas siempre quieren centrarse en sus usos ilícitos e ignoran la abrumadora cantidad del bien que hacen. De hecho, las armas de fuego se usan de 16 a 100 veces más a menudo para salvar vidas que para quitarlas”, sostuvo Jordan Stein, director de comunicaciones de este grupo.

Tras el fallo del juez, Wilson ha dicho que va a pelear hasta poder hacer públicos esos planos.

El uso de las impresoras 3D no se limita

Existen diferentes procesos y tecnologías para imprimir. La nueva ciencia 3D ya está ayudando a los médicos a crear diferentes órganos del cuerpo tridimensionales, para practicar sus cirugías con mejor precisión antes de tocar a sus pacientes.

Otro ejemplo de esta ciencia, es la ayuda que proporciona a los ciegos. Por ejemplo, la Universidad de Colorado está impulsando libros táctiles impresos en 3D para los niños invidentes.

Mientras tanto, el año pasado el diseñador Marc Dillon impulsó una campaña parar crear pinturas clásicas 3D para que esta población las puedan apreciar.

Otra ventaja es la creación de diferentes prótesis para el cuerpo. Las prótesis convencionales son costosas, difíciles de crear y tienen un solo molde.

Con la impresión 3D, una prótesis para un brazo puede crearse en minutos y tienen movimientos naturales. Esto sin mencionar lo barato que cuesta y que el diseño está hecho a la medida de cada individuo.

Asimismo, los científicos están creando fármacos con la impresión 3D a través del desarrollo de material biodegradable, que contiene compuestos quimioterapéuticos para las personas con cáncer.

En la actualidad, la mayoría de los implantes de antibióticos están hechos de material que contiene sustancias cancerígenas. Los implantes 3D son reabsorbidos por el cuerpo y evitan la necesidad de una cirugía para su extracción.

Ya en la Universidad de Riverside, un científico latino está recreando el cosmos 3D para estudiar de cerca las galaxias y cómo se originan.

Anuncio