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¿Quiénes aplauden la desaparición de Daca? Surge otra amenaza para los indocumentados

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Mientras decenas de grupos proinmigrantes y políticos salen al público para demostrar su descontento ante la decisión de Donald Trump por desaparecer Daca, también hay organizaciones y funcionarios que alaban la anulación del programa.

Desde su punto de vista, el alivio migratorio para los que llegaron a Estados Unidos en su infancia es inconstitucional, inmoral e injusto para los ciudadanos de este país, por lo que muchos favorecen el proyecto de ley RAISE Act, que tiene como meta recortar en un 50 por ciento el número de tarjetas de residencia que se otorgan anualmente.

Dan Stein, presidente de FAIR, una organización nacional que busca proteger los empleos y la seguridad nacional de los ciudadanos del país, se encuentra entre los que elogian el retiro de estatus a los aproximadamente 800 mil soñadores del país.

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“La Federación para una Reforma de Inmigración Americana (FAIR) aplaude la decisión del presidente Donald Trump de desmantelar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia”, dice Stein, cuya organización tiene más de 1.3 millones de seguidores en el país.

“En nuestra opinión, Daca fue un abuso inconstitucional de autoridad ejecutiva por parte del presidente Barack Obama. Antes de implementar el programa en el 2012, Obama declaró en 22 ocasiones anteriores que no tenía el poder de conceder amnistía de facto y autorización de trabajo a grupos enteros de extranjeros ilegales”, aseguró Stein.

FAIR recalcó que el mismo Obama dijo que no había garantías de que el programa continuaría después de que dejara el cargo.

“El presidente Trump declaró repetidamente durante la campaña que pondría fin a Daca. El período de liquidación no sólo le dará a los receptores de Daca tiempo para que sus asuntos estén en orden, sino que también le da al Congreso una oportunidad única para volver a entrar en el debate sobre inmigración”, dijo Stein.

Sin embargo, FAIR no se refiere a una reforma migratoria que ayude a los indocumentados, sino el apoyo a la visión de Trump y otros políticos de reducir el número de migrantes a través de leyes como RAISE Act, la construcción de un muro fronterizo, el incremento de agentes de inmigración, la implementación forzada de un sistema que verifique los seguros sociales y el retiro de fondos para las ciudades que se declaren “santuario”.

Asimismo, NumbersUSA salió a felicitar a Trump por conservar la promesa de acabar con Daca en su candidatura.

“Es hora de que el Congreso se enfoque en medidas más fuertes contra la inmigración y una reforma migratoria para nuestros sistema de inmigración legal, y que ponga a nuestros trabajadores americanos como prioridad”, dice Roy Beck, presidente de la organización.

La meta de NumbersUSA es tener “un número limitado de trabajadores foráneos para que los ciudadanos y sus descendientes puedan vivir en un ambiente de tranquilidad, sin sobrepoblación y sin falta de empleos”.

Beck enfatizó que de acuerdo con un estudio de su organización, arriba del 60 por ciento de los electores del país quieren limitar el número de residencias permanentes a menos de un millón por año, por lo que la implementación de RAISE Act ayudaría, según el activista.

RAISE Act (Reformando la Inmigración de América para un Empleo Fuerte) también pide el cierre de inmigración en cadena, en la cual padres, hermanos y miembros de la familia extendida de un inmigrante legal ya no pueden aplicar automáticamente para convertirse en residentes del país.

La medida de los senadores Tom Cotton, republicano de Arkansas y David Perdue, republicano de Georgia, pide también el recorte de visas de empleo.

Negative Population Growth (NPG), una organización nacional sin fines de lucro dedicada a educar a la gente sobre los efectos negativos del crecimiento de la población, también aprueba el proyecto de ley y el fin de Daca.

De acuerdo a la organización, en menos de siete años el crecimiento de la población será principalmente de inmigrantes, y para el 2050 la inmigración representará más del 80 por ciento del crecimiento de la población de Estados Unidos.

Don Mann, presidente de NPG, agrega que de no parar la inmigración, el país enfrentará consecuencias peligrosas.

“Debemos actuar ahora para frenar, detener y, eventualmente, revertir nuestro crecimiento de la población - o las generaciones futuras pagarán finalmente el precio por nuestro fracaso. Para preservar una América habitable, debemos reducir considerablemente los niveles de inmigración hasta que nuestra población alcance un nivel mucho más pequeño y verdaderamente sostenible”, añadió Mann.

No solo las organizaciones estadounidenses se limitaron a aplaudir la decisión, también lo hizo el congresista republicano Raúl Labrador (R-ID), de descendencia puertorriqueña.

“Siempre me he opuesto a Daca porque es un programa inconstitucional que socava el imperio de la ley”, dijo Labrador.

“El presidente Obama no tenía la autoridad para crear Daca; sólo el Congreso podría establecer tal programa. Aplaudo al presidente Trump por respetar la Constitución y mantener una promesa de campaña. A través de su acción, el presidente Trump está creando un apalancamiento para una reforma migratoria más amplia, la cual debería incluir financiamiento de muros fronterizos”, agregó el congresista.

Por su parte, el congresista republicano Steve Montenegro, de descendencia salvadoreña, tacha el programa de Daca como inconstitucional y sostiene que los soñadores ya no son niños, y que el país debe pensar en aquellos otros “dreamers” que están en otros países esperando venir a Estados Unidos de manera legal.

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