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Pandilleros latinos se declaran culpables de provocar incendios por motivos raciales

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Dos pandilleros se declararon culpables de crimen organizado, violaciones de derechos civiles y de quemar varios apartamentos de familias afroamericanas con la meta de sacarlos de la comunidad en Boyle Heights, un vecindario mayormente latino.

Edwin “Boogie” Félix, de 26 años, y Jonathan “Pelón” Portillo, de 23 años, esperan su sentencia el primero de octubre, por su papel en el incendio de las unidades en el complejo de viviendas Ramona Gardens, hace cuatro años.

En la madrugada del 12 de mayo de 2014, ocho miembros de la pandilla Hazard, que afirma que Ramona Gardens es su territorio, prepararon unos cócteles molotov, rompieron las ventanas de cuatro apartamentos y arrojaron las bombas incendiarias para asustar a los inquilinos afroamericanos, señalan reportes de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos.

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Tres de los cuatro apartamentos seleccionados estaban ocupados por familias afroamericanas, incluidos mujeres y niños, que estaban durmiendo en el momento de los ataques no provocados.

Se espera que un tercer acusado, José “Lil ‘Moe” Saucedo, de 24 años, se declare culpable ante la Jueza de Distrito de los Estados Unidos, Christina A. Snyder, este próximo 31 de mayo.

Los acusados enfrentan sentencias potenciales de al menos 30 años en una prisión federal.

Los fiscales dijeron que los miembros de la pandilla del Este de Los Ángeles violaron la ley civil de derechos de las familias, específicamente el derecho constitucional de vivir en un hogar libre de “lesiones, intimidación e interferencia basadas en la raza’’.

Otros tres miembros de la pandilla Big Hazard, que fueron acusados en el caso: Francisco “Bones” Farías (27); Joel Matthew “Gallo” Monarrez (23) y José “Fresco” Zamora (28), se declararon culpables por delitos de odio y otros delitos relacionados a su participación.

Todos ellos están en espera de una sentencia en la Corte Federal de Los Ángeles.

Otros dos acusados, Carlos “Rider” Hernández, de 33 años, y Josué “Malo” Garibay, de 24 años, enfrentan juicio el 31 de julio.

De acuerdo con una acusación presentada, en el verano 2016, Hernández ordenó a los otros acusados a reunirse en un lugar en el territorio de la pandilla Hazard, el 11 de mayo de 2014, para prepararse para el ataque de la noche.

En la reunión, Hernández distribuyó materiales para ser utilizados para los incendios, incluidos disfraces y guantes.

Hernández explicó que la orden para el ataque de motivación racial había venido de la Mafia Mexicana, una pandilla carcelaria que controla la mayoría de las pandillas latinas del Sur de California.

La acusación también alega que Hernández les ordenó a los otros acusados a quebrar las ventanas de las víctimas, encender las bombas y aventarlas para maximizar los daños.

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