‘Otro ejemplo de brutalidad policial queda impune’: Murió en manos de agentes de LAPD

Hoy Los Angeles

Ago. 11, 2017 3:13 PM PT

Los Ángeles —

Las autoridades aseguran que la cocaína fue la causa de la muerte de Omar Ábrego. En cambio, su madre y los activistas en contra de la brutalidad policial dicen que los responsables son los agentes que estaban a cargo.

No obstante, el ayuntamiento de Los Ángeles ya dio la luz verde para la entrega de 990,500 dólares como pago de indemnización a la madre de Ábrego, el murió 12 horas después de luchar con dos sargentos del Departamento de Policía de L.A. (LAPD).

Durante todo ese período, según documentos del LAPD, la víctima estuvo bajo la influencia de la cocaína.

“Este no es más que otro ejemplo de brutalidad policial que queda impune”, alega David Galindo, miembro de la Red para Detener la Encarcelación.

“Si nosotros, la comunidad no salimos a protestar estos casos, estos casos de injustica, donde podemos morir a manos de los agentes sin que ellos sean penalizados, van a continuar con nuestras minorías”, sostiene el activista.

Ábrego murió un 2 de agosto del 2014 a causa de los “efectos de la cocaína”, según un informe del jefe policía angelina, Charlie Beck.

El informe del forense también sostiene que “la coerción física y emocional” contribuyó a la condición física débil de Ábrego, pero el incidente no está relacionado como causa inmediata de su muerte.

Después de los resultados, ni la Comisión de Policía ni la procuraduría decidieron presentar cargos en contra de los sargentos Robert Calderón y Jeff Mares, acotando que no utilizaron fuerza excesiva.

Para Andrés Fuentes, integrante de Interfaith Communities United for Justice and Peace, si la ciudad desea seguir perdiendo dinero ante las muertes, la comunidad que resulte lastimada debe demandar.

“Una persona bajo la influencia de las drogas debe de ser referida de inmediato a una sala de emergencias. Pegarle y abusarle no es la respuesta correcta de los funcionarios cuya tarea es proteger”, añade Fuentes.

Según el informe de Beck, Calderón y Mares comenzaron a perseguir a Ábrego cerca de las 5:45 p.m., después de recibir una llamada de un sujeto que manejaba un vehículo blanco sin placas y se veía sospechoso.

Los sargentos más tarde descubrieron una furgoneta blanca que parecía encajar con la descripción referida. De acuerdo a los documentos, el conductor manejaba erráticamente y estuvo a punto de atropellar a un peatón, mientras manejaba hacia el norte de la calle Broadway.

Ábrego fue detenido en la cuadra 6900 South Main Street, pero él saltó de la parte trasera del auto para huir a pie. Cuando lo alcanzaron, surgió una lucha.

Uno de los sargentos recibió golpes en el pecho, lo que llevó a responder con fuerza en contra de Ábrego, dice el informe.

Después de que empezara a “murmurar incoherentemente, mientras escupía saliva y sangre”, los sargentos colocaron un calcetín sobre su cabeza, pero lo sacaron unos cuantos minutos después de haberse ensuciado con tierra.

El sujeto fue tratado posteriormente por el personal del Departamento de Bomberos de L.A. y trasladado al centro médico regional de Centinela Freeman, donde murió alrededor de las 5:20 am, el día siguiente.

La madre de la víctima, Lilia Ábrego Figueroa, presentó una demanda por muerte injusta en el2015, nombrando a la ciudad de Los Ángeles y su policía como culpables junto con Mares, Calderón, Beck y el alcalde Eric Garcetti.

El informe de la procuraduría concluyó que Ábrego murió de los efectos de la intoxicación por cocaína, adujo también que “los sargentos utilizaron una fuerza razonable en sus esfuerzos por detener a Ábrego”.

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