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Nestora Salgado llega a L.A. para hacer visible a los presos políticos en México

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La estancia por la cárcel no golpeó la moral de Nestora Salgado; los 940 días que permaneció como prisionera política no silenciaron su lucha en defensa de los derechos humanos, en cambio se convirtió en una portavoz de esos organizadores sociales que se mantienen en aislamiento.

“Tenemos que lograr la liberación de ellos”, dijo a HOY la activista originaria de Guerrero, México a su llegada al Sur de California, una escala en la gira denominada “Ponle rostro y nombre a las y los presos políticos” que le llevará con diferentes instituciones durante cinco días de actividades.

Salgado, de 44 años de edad, nació en el municipio de Olinalá, en la región de La Montaña. A finales de 1990 emigró a la ciudad de Seattle, en el estado de Washington; sin embargo, al retornar a su tierra en el 2001 se inspiró en hacer un cambio y abogar por su comunidad de origen.

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La activista cuenta que existía una ola de violencia rampante, los secuestros y asesinatos eran frecuentes en la zona. Esa inseguridad obligó a la población a crear la policía comunitaria, ella hizo lo propio a principios del 2013 en su municipalidad, asumiendo como comandante local.

“México está en las garras de estos buitres”, afirmó la líder comunitaria que fue detenida el 21 de agosto de 2013. “Todo aquel que se organiza para luchar por un bien común a la sociedad el gobierno lo ataca, encarcela y fabrica delito; esa es la parte que debemos visibilizar y desmentir”.

El trabajo que Salgado realizó en su comunidad molestó al entonces gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre y al procurador Iñaki Blanco, a quienes atribuye su encarcelamiento. “Ellos fueron mis principales enemigos”, señaló la organizadora de forma contundente.

La activista considera ilógico que las autoridades ataquen a líderes locales por organizarse para defender a la comunidad. “Es evidente que están metidos en la delincuencia organizada, ellos son los delincuentes”, puntualizó al destacar que el peligro se mantiene, pero no se deja intimidar.

Al recobrar su libertad, el 18 de marzo pasado, regresó a Seattle. Su compromiso social no cambió, solo le dio un giro. Su lucha ahora es abogar por los presos políticos, esfuerzo para el que consultó con organismos de defensores de los derechos en México y al tener su respaldo se lanzón al ruedo.

Después de lanzar la campaña en territorio azteca, el 10 de abril, se fue a Europa y ahora se encuentra en Los Ángeles, de donde saldrá para San José, al norte del Estado Dorado y luego viajará a Canadá y regresará al Viejo Continente con la consigna de sumar apoyo a esta causa.

“Esta lucha no es para Nestora, es por los compañeros que necesitan de nosotros”, aseguró.

¿Cuántos presos políticos hay en México? Se le preguntó. “Son muchísimos”, respondió al aclarar que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto niega la existencia de estos casos, pero es lo que piensa desnudar con el apoyo de la comunidad y los datos que provean los familiares de prisioneros.

“Vengo a unir esos eslabones y formar una sola cadena para que hagamos movimientos simultáneos, no nada más en Estados Unidos, sino en diferentes países”, explicó detallando que todo aporte desde el exterior “es más visible” y sirve para “sacar el rostro de nuestros compañeros”.

La clave, agregó la activista, está en que las personas que tienen un preso político compartan el nombre, porque mientras estén solos no tienen voz. “Que su familia nos llamen, hagamos la lucha juntos, todos vamos a hacer una sola fuerza”, exhortó la organizadora.

Nestora dice que estuvo en aislamiento durante nueves meses, antes de que le permitieran hablar con su abogado. Además, asegura que el gobierno está siguiendo el mismo patrón al acusar de secuestro a los detenidos para que no puedan salir pronto.

“Es un gobierno represor y terrorista”, aseguró porque considera que los encarcelamientos tienen el objetivo de detener las protestas y denuncias de abusos.

“Nos siguen persiguiendo porque quieren tenernos aterrorizados que no volvamos a unir a nuestros pueblos, pero a pesar de eso seguimos invitando y pidiendo que se unan a esta lucha noble y necesaria”, enfatizó la líder que permanecerá en L.A. hasta el lunes 6 de junio.

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