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Mexicanos y centroamericanos entre los más rechazados al pedir asilo en EEUU; ¿cómo pelear un caso?

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Los inmigrantes que llegan de México y del triángulo norte de Centroamérica huyendo de la violencia se dan contra la pared al llegar a Estados Unidos, porque al solicitar asilo político en la mayoría de las veces son rechazados por las cortes de inmigración.

El crimen organizado, expresado por el narcotráfico y las pandillas, están expulsando a los oriundos de esa región fuera de sus fronteras, por eso organizaciones locales están diseminando información entre sus paisanos para que puedan pelear sus solicitudes de asilo.

“Si no pagan las extorsiones los matan”, explicó tajante Leoncio Velásquez, presidente de Hondureños Unidos de Los Ángeles (HULA), al detallar que si las autoridades conocieran esta realidad podrían aprobar más peticiones de refugio.

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El activista entiende que los refugiados deben presentar pruebas, pero ¿cómo las pueden obtener?, reflexiona cuando la policía y otras instancias a donde se puede interponer una denuncia están coludidas con el crimen organizado.

“La gente llega sin ropa y sin nada”, lamentó el defensor pro-inmigrante. “Al no tener recursos para pagar un abogado pierden los casos y son deportados”.

Entre el 2011 y el 2016, según un estudio de la Universidad de Siracusa, en Nueva York, el 89.6% de las solicitudes de asilo de México fueron rechazadas, la cifra más alta; seguido por El Salvador (82.9%), Honduras (80.3%), Guatemala (77.2%) y Somalia (54.7).

Elizabeth Kennedy, investigadora de la Universidad Estatal de California en San Diego, aseguró que el problema de los mexicanos y centroamericanos es que menos del 15% de los que solicitan asilo no cuentan con representación legal.

A juicio de la experta en migración forzada, junto a un abogado es importante que el solicitante cuente con un experto como un académico, un investigador o un periodista que explique y verifique las condiciones del país de donde son oriundos los refugiados al acudir a una corte.

“Los centroamericanos y mexicanos tienen problemas al mostrar que su país de origen no puede protegerles”, señaló.

A eso se suma, dijo la investigadora, que debido a los antecedentes en su tierra natal al llegar a una corte muchos no quieren hablar; sin embargo, asevera que ese es el asesoramiento que un jurista o una organización defensora de los inmigrantes les puede brindar.

“Cuando un salvadoreño llega de una colonia controlada por una mara, eso significa que por toda su vida ha vivido en temor, ha aprendido a no decir todo lo que ha pasado; muchas veces no saben qué decir y tienen miedo de decirlo”, apuntó.

En su experiencia profesional, la abogada de inmigración Luisa Beristain ha observado muchos casos que reúnen los requisitos; y cree que la clave en obtener la aprobación de asilo está en el acompañamiento previo a presentarse a una audiencia con un juez.

Con el apoyo de un abogado, el solicitante puede recibir la asesoría para redactar la declaración antes de presentarse a corte y, asimismo, se puede obtener la ayuda para apelar la decisión si es necesario llevarlo hasta la Corte del Noveno Circuito.

“Si una persona es tratada injustamente durante su proceso, si es un abogado competente tiene el conocimiento para crear un récord muy claro para la apelación”, dijo Beristain.

“Si la persona no tiene el conocimiento de las leyes sus oportunidades pudieran llegar a ser más limitadas”, agregó la jurista.

De acuerdo al informe de la Universidad de Siracusa, en el 2016 el 90% de los casos sin representación legal fueron denegados, es decir alrededor de 4,515 solicitudes.

En contraste, si el solicitante llevaba un abogado las probabilidades de negación eran del 48%, es decir que cinco de cada diez peticiones de asilo representados legalmente tuvieron éxito.

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