Trump, uno de los más recordados en la marcha por los migrantes y los trabajadores

No fueron el medio millón de personas que marcharon aquel histórico 1ro de Mayo por las calles de Los Ángeles, en el 2006. Pero esta tarde se concentraron miles de personas en dos marchas diferentes, pero con un mismo llamado a la justicia.

No obstante, su sentimiento de denuncia y su exigencia por los derechos de los trabajadores y los inmigrantes no fue menor. Los gritos de “sí se puede” hicieron eco en las calles del centro de Los Ángeles.

Además, en esta ocasión los manifestantes tenían otra razón para protestar: el precandidato republicano Donald Trump.

Una enorme figura inflable del magnate sirvió para despertar las muestras de rechazo a la retorica anti-inmigrante del precandidato republicano.

“Así como Trump nos quiere deportar, debería deportarse él mismo cuya familia es de Alemania. Cerdos como él no merecen estar en este país”, dijo Juan José Gutiérrez, activista de la coalición Full Rights for Immigrants, que organizó la primera de las dos marchas.

Otros como Martha Jordan, quien viajo desde Oxnard para participar en la marcha, prefirieron no darle la menor importancia a Trump, a quien ella considera un “simple payaso”.

“Ya que pasen las elecciones ni quien se va a acordar de él”, aseguró la mujer. “Yo vengo a darle voz a toda mi gente que vive en las sombras para que se de la reforma migratoria”.

Mariana Cortez, acudió a alzar la voz por sus padres. Ella dijo vivir aterrada con la sola idea de que después de 20 años de trabajar en este país, un día toquen la puerta de su casa y los deporten. “Mi papá esta deshabilitado por una enfermedad que le dio en el cerebro y ahora tengo tanto miedo de que lo deporten en esa condición”, compartió la joven.

Al mismo tiempo, otros participantes aprovecharon para celebrar sus raíces, en este caso mexicanas, cuando una banda de música de tambora salió al paso de la marcha para hacer bailar a muchos.

“Venimos desde Tijuana para poner nuestro granito de arena”, dijo el vocalista de la banda Viento Sagrado.

Otros bailaron pero al ritmo de una danza azteca que formo parte de la segunda marcha multitudinaria. Esta fue organizada por la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) congregando un mayor número de personas.

A esta se unieron varios sindicatos de trabajadores, así como otra docena de organizaciones que luchan tanto por mejores condiciones para los trabajadores como por los derechos humanos, entre ellas la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) del Sur de California.

“Nos unimos a estos grupos que luchan por la dignidad y el respeto a la comunidad inmigrante, para que puedan beneficiarse de los programas Dapa y Daca. Queremos que las personas vivan sin el miedo de perder a sus familias. Que se respeten sus derechos humanos”, indicó Mario Cruz, miembro de ACLU SoCal.

En esta otra marcha algunos se concentraron en conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores para demandar por el aumento al salario mínimo y otras protecciones laborales. Pero el tema de la justicia para los inmigrantes siguió siendo central.

Mario Pérez, quien llego a este país como inmigrante cuando apenas tenía un año de edad, dijo que por ahora vive tranquilo al ser un beneficiario del programa Daca . Ya tiene un permiso de trabajo, pero vive con miedo por su madre que corre el riesgo de ser deportada si no llega a ser aprobado el Dapa. Y por eso no parará de demandar por sus derechos.

“Ya es tiempo de que esas personas que han aportado tanto a este país , como mi madre, pueda vivir en paz”, recalcó. Pérez cree que la comunidad inmigrante debe salir a demostrar su presencia, para recordarles a políticos tanto republicanos como demócratas que, “no pueden usarnos y después olvidarse de nosotros, somos muchos ”, señaló.

El reporte preliminar del Departamento de Bomberos de Los Ángeles no reportó ningún incidente ni arrestos durante las marchas en las que se calculó participaron unas 2 mil personas. Aunque hubo caos vehicular en la zona donde se emitieron cerca de 130 infracciones de tránsito y 59 autos fueron remolcados por la grúa.