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Los votantes pueden dividir a California en tres en las elecciones de noviembre

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Ya no son dos si no tres partes las que quieren que se divida California. El inversionista de Silicon Valley, Tim Draper, lidera el movimiento a través de una iniciativa que viene en la boleta electoral de noviembre 2018.

El plan propone un estado central con el nombre de California, con una población de 12.3 millones de habitantes y compuesto por los condados de Los Ángeles, Ventura, Santa Bárbara, San Luis Obispo, Monterey y San Benito.

En la parte sur, se encontraría SoCal, con otros 13.9 millones de habitantes en los condados de Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego, Imperial, Kern, Kings, Fresno, Tulare, Inyo, Madera y Mono.

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Y por último NorCal, con 13.3 millones de residentes ocupando el resto de los 40 condados sobrantes con un enfoque en la agricultura, la manufactura y el turismo.

La división es una opción para “los californianos [que] quieren un sistema educativo más efectivo, impuestos más sensatos y caminos más confiables hacia la estabilidad económica del estado”, señala la página web del movimiento.

De acuerdo a Draper, el cambio no se trata de política, sino de encontrar soluciones sostenibles para los problemas insolubles, que afectan a los californianos todos los días, ya que “no ha habido mejoras significativas de parte del sistema de control de Sacramento”.

Draper pudo recolectar más de las 365,880 firmas requeridas antes del 23 de abril para introducir la iniciativa en la boleta.

Si esta tuviera la mayoría de votos, requeriría entonces que el gobernador Jerry Brown le diera su aprobación ante el Congreso para el primero de enero del 2019, y luego los legisladores tendrían 12 meses para actuar sobre la división.

“Esta es una demostración de apoyo sin precedentes en nombre de cada rincón de California, para crear tres gobiernos estatales que enfaticen la representación, capacidad de respuesta, confiabilidad e identidad regional”, dijo Draper.

Los argumentos de división

De acuerdo a los simpatizantes, en su estado actual California ocupa el último lugar en el país en tasas de graduación de la escuela preparatoria.

El Departamento de Educación de California simplemente no puede manejar 6.2 millones de estudiantes, casi 300,000 maestros y más de 1,000 distritos escolares, por lo que la división les daría más responsabilidad a los trabajadores de la educación.

“Tiene sentido que si divides un salón de clases en tres partes, cada estudiante tendrá más atención del maestro. Este nivel de atención no solo va a suceder en las escuelas sino en otros ámbitos como la salud y la economía”, dijo Pamela Harris, simpatizante del proyecto.

De la misma forma, otro argumento enfatiza que los puentes, autopistas y carreteras de California están clasificados entre las más pobres de la nación.

Por ejemplo, los californianos pagan $844 al año por el desgaste en sus vehículos debido a las carreteras de mala calidad, por lo que la división les otorgaría a los gobiernos regionales un mayor control sobre el gasto de infraestructura.

“Podríamos ver con mayor fácilidad cómo se dispersa el dinero y dónde va. El movimiento no es fácil, porque necesitamos la cooperación de los electores para ver un cambio radical en nuestras comunidades”, indicó Harris, activista del área de la Bahía.

Tres estados también alentarían a cada estado a establecer sus tasas de impuestos para animar a la comunidad a residir donde les sea más conveniente, enfatiza el movimiento.

Al mismo tiempo, contempla que cada estado tendrá la autonomía para tomar decisiones basadas en las necesidades y oportunidades más apremiantes más cercanas a su hogar, en lugar del sistema político de Sacramento.

Los críticos que se oponen a la iniciativa argumentan que la división de California triplicaría los desafíos del estado y no los resolvería.

“Crear tres nuevos gobiernos, tres nuevas legislaturas, tres nuevos gobernadores y luego tener que desbaratar lo que tenemos como estado, todos nuestros sistemas penitenciarios, nuestros sistemas de educación superior sería un desastre”, aseveró Steven Maviglio, analista político.

Asimismo, Maviglio plantea que en todo esto no se cuenta que a California se le conoce por su diversidad, “entonces ese tampoco podría ser el caso”.

La iniciativa, llamada “CAL 3” tiene más de 600,000 firmas.

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