Los Ángeles sin vigilancia sobre la perforación de más de 900 pozos petroleros

Anabel sostiene que a pesar de que ya se acostumbró a un pozo petrolero cerca de su hogar, en Wilmington, su cuerpo lo repele con ascos y dolores de cabeza.

“Llevamos años pidiéndole a la ciudad poner más atención, sobre dónde permiten a las compañías perforar”, dice la mujer que no desea revelar su apellido.

Sin embargo, no solo son los más de 500,000 habitantes afectados y activistas de las zonas argumentan que se necesita una mayor supervisión de los sitio de perforación dentro de su jurisdicción.

Esta misma postura es compartida por el contralor de la ciudad, Ron Galperin.

“No podemos esperar hasta que ocurra un desastre para tomar un mayor acercamiento hacia el problema, y ver cómo podemos proteger a Los Ángeles”, dice Galperin.

“Con tantos pozos activos o inactivos en muchos vecindarios, es vital que hagamos todo lo posible para proteger la salud y la seguridad de los angelinos, así como los intereses financieros de los contribuyentes y el aumento de transparencia”, señala el contralor.

Galperin esboza en un informe la necesidad de un sistema centralizado de información sobre los pozos de petróleo, y también añade que se necesita un enfoque más proactivo para inspeccionar sus 780 pozos activos y 287 inactivos.

El problema, según el contralor, es que la ciudad no hace cumplir sus reglamentos de uso de la tierra en los sitios de perforación; no tiene suficiente requisitos de seguro y fianza con las empresas para proteger a los contribuyentes.

Asimismo, plantea que se necesita hacer más para priorizar la recuperación de costos, búsqueda de nuevas fuentes de ingresos y garantizar que recibe los ingresos por regalías adeudados por los operadores de petróleo y gas.

“En general, encontramos que Los Ángeles no ejerció efectivamente el control local de los sitios de perforación de petróleo y gas, debido a la naturaleza histórica de la actividad de perforación, combinada con un enfoque fragmentado para la supervisión”, dijo Galperin.