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Los Ángeles: Otro ‘criminal del Sheriff tras las rejas’

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William “Tom” Carey, un antiguo capitán del Sheriff de Los Ángeles, recibe una condena de nueve meses en la prisión por haber mentido ante la corte como testigo en el juicio de corrupción de un colega.

Carey, de 58 años de edad, deberá también cumplir un año de supervisión después de su liberación y una multa de 3 mil dólares.

Carey se declaró culpable en agosto del 2015 por hacer declaraciones falsas en el juicio del ex diputado James Sexton, que fue condenado a 18 meses de encarcelamiento por intentar obstruir una investigación federal del sistema de cárcel del condado.

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Carey enfrentaba una pena máxima de cinco años de prisión, pero la procuraduría le habían recomendado una sentencia de 10 meses debido a su “sustancial” asistencia y testimonio durante el nuevo juicio de corrupción contra el ex Sheriff Lee Baca.

Según los procuradores, aquellos dos días en que Carey habló ante el jurado en marzo, hizo la diferencia en el segundo juicio de Baca para que fuera encontrado culpable de tres delitos graves.

Joe Brown, miembro de Black Lives Matter sostiene que aunque la condena es poca, “por lo menos se está cerrando un ciclo de corrupción”.

“Sabemos que a los políticos y a los ricos siempre se les da un condena menor… No es justo, pero al menos este proceso muestra que la ley está por encima de todo”, dice Brown.

Carey y el ex subsecretario Paul Tanaka fueron acusados en mayo del 2015 por conspiración y la obstrucción de la justicia. Carey también fue acusado de dos cargos de mentir a la hora de dar su testimonio en la corte.

Como jefe de la Oficina de Investigaciones Penales Internas del departamento, Carey, quien estaba a cargo de erradicar la corrupción entre los agentes que trabajaban en la cárcel, se convirtió en parte de una conspiración para descarrilar las investigaciones del FBI cuando el departamento fue acusado de brutalidad contra los reclusos, sostienen reportes de la procuraduría.

Carey y otros demandados alegaron que habían estado siguiendo órdenes de Baca y Tanaka y creían que estaban ayudando a una investigación legítima, según la defensa de Carey.

Andrés Fuentes, integrante de Interfaith Communities United for Justice and Peace, señala que Carey “era otro criminal del sheriff que necesita estar tras las rejas”.

“Esta gente nunca va a saber qué es lo que se siente ser un verdadero recluso, pero por lo menos tendrá una probadita minúscula por todo lo que hizo”, dice Fuentes.

Baca, de 74 años, fue sentenciado el 12 de mayo a tres años de prisión por supervisar el esquema para descarrilar la investigación y mentir al FBI. Se le dio hasta el 25 de julio para poner sus asuntos en orden antes de entregarse a prisión federal en el Condado de Kern o en Oregón.

Tanaka, de 59 años, fue declarado culpable de conspiración y obstrucción del FBI y condenado hace un año a cinco años en una prisión federal.

Un total de 21 ex-empleados del departamento del sheriff han sido condenados en la investigación.

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