Latinos y afroamericanos consideran irse a Canadá si Donald Trump ganara presidencia

La posibilidad de que Donald Trump gane las elecciones presidenciales en noviembre genera temor en un sector de la población, pero en otro segmento se está contemplando la idea de mudarse a Canadá, según la encuesta elaborada por Vox/Morning Consult Poll.

Un tercio de los votantes encuestados (27%) consideran algo o muy probable irse para el país vecino; entre los que abren las puertas a esta opción, la mayor proporción se identificó en la comunidad latina (53%), seguida por afroamericanos (38%) y anglosajones (25%).

La encuesta sometida entre 2,000 personas se publicó el 15 de marzo pasado; a estas alturas de la contienda, el escenario para imponerse como candidato en el partido republicano es cuestión de días, debido al retiro de todos los contendientes a los que se enfrentaba Trump.

Caesar Campos, residente en el Este del Condado de Los Ángeles e identificado con el partido demócrata, asegura que en estos comicios ningún partido podrá contar con la base completa de sus votantes, mucho menos el magnate porque ha generado demasiada confrontación.

“No me iría del país, porque una cosa es lo que él quiere y otra la que aprobaría el Congreso”, aseguró.

De lo que está segura, afirma Xiomara Ayes-Fields, es que aunque siempre ha votado por el partido republicano, esta vez el candidato no le genera simpatía. Por ser latina y ahora naturalizada estadounidense considera que salir del país no es una alternativa cuando la nación está bajo amenaza.

“Es triste tener que votar como en nuestros países, por el menos peor”, indicó Ayes-Field de ascendencia hondureña. “No contemplo ni siquiera la idea [de irme], porque no va a ganar debido al odio y división que ha generado, cambiando los principios del partido republicano y del país”.

La idea de irse a Canadá no es tan fácil, como parece.

Octavio Pescador, profesor e investigador del Instituto Paulo Freire de la Universidad de California en Los Ángeles, manifestó que el magnate no tiene el camino libre todavía, como evidencia destaca que figuras prominentes dentro del partido conservador no le han dado el respaldo.

En efecto, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, así como los expresidentes George H.W. Bush y George W. Bush, no están a favor de Trump.

“Todavía tiene que demostrar que puede enarbolar los valores republicanos; lo más importante que quería ya lo obtuvo, se quitó a los competidores. Ahora va a tener que moldear su comportamiento porque necesita a la estructura del partido para las elecciones de noviembre”, analizó Pescador.

El experto en políticas públicas sostiene que el discurso abierto sobre racismo se había acabado, pero con la campaña del neoyorquino se agitaron los mensajes reaccionarios, destacando que en algunos estados han pasado de los ataques verbales a crímenes de odio.

“Cuando vienen políticos anti-inmigrantes la violencia sube; ese es el riesgo, por eso consideran irse, pero no es tan fácil agarrar las cosas y salir. En el caso de los indocumentados implica que se regresan a sus países o se quedan trabajando en la penumbra”, agregó Pescador.

Entretanto, los candidatos a la Casa Blanca, sin importar el color, tendrán que enfocarse en las minorías si quieren llegar a la Oficina Oval. Los latinos, en particular, jugaron un rol clave en las elecciones anteriores tanto en las victorias demócratas como en los triunfos republicanos.

En el 2004, George W. Bush recibió el 40% del voto latino cuando venció a John Kerry, es decir que superó los registros de Ronald Reagan, quien en 1984 obtuvo el 37% de los sufragios hispanos. En el 2008 y 2012, Barack Obama ganó con el 67% y 71% de los votos de esta comunidad.