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Latinas visten mezclilla para resaltar que ‘nunca hay una invitación para la violación’

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En el “Día del Denim”, las mujeres latinas también usaron pantalones de mezclilla en Los Ángeles, para expresar que no hay excusa o invitación para la violación.

Las participantes, en combinación con varias organizaciones comunitarias de la ciudad, también reafirmaron su unión con el movimiento #MeToo, para apoyar a las víctimas de hostigamiento y abuso sexual.

El movimiento se festeja en Estados Unidos desde 1998. Ese año en Italia, una sentencia absolvió de una condena por violación a un hombre porque la víctima llevaba pantalones ajustados.

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El juez dictaminó que para que sucediera la violación, la mujer tuvo que ayudarle al perpetrador a bajarse sus propios pantalones.

“El acoso es el laboratorio de pruebas para el abuso sexual, y está arraigado en nuestra sociedad donde cada vez hay más violaciones”, dijo Patti Giggans, fundadora de Denim Day y directora ejecutiva de Peace Over Violence.

“Hoy en día, lo que nos está sucediendo actualmente nos inspira a promover que ‘no hay excusa y nunca hay una invitación para la violación”, agregó.

El mensaje para la comunidad fue la educación tanto de las mujeres como de los hombres sobre el tema, y denunciar a los perpetradores ante diferentes historias de abuso de parte de varias activistas.

Nury Martínez, concejal del Distrito 6 de L.A., señaló que en la actualidad por primera vez en la historia, se está responsabilizando a los hombres que abusan de la mujer. Sin embargo, se necesita hacer más.

“Una de tres mujeres y uno de cada seis hombres es víctima de abuso sexual en su vida”, dijo Martínez, enfatizando que las familia tienen el deber de educar a los hijos que la manera de vestir de alguien no es un invitación para la violación.

“Aquí en Los Ángeles, una de cada cinco personas, que toma el transporte público, experimenta hostigamiento. Y en el lugar de trabajo, el 80 por ciento de mujeres son víctimas”, abundó la funcionaria municipal.

Yesika Salgado, poeta de L.A., compartió su historia de abuso sexual a través de un poema, en donde su madre fue víctima así como ella. Al mismo tiempo, expresó el dolor que sintió al saber que un tío fue depredador de una niña de 10 años en su natal El Salvador.

“Mi familia no sabe que he escrito nuestra historia y la he compartido, tal vez ahora lo sepan pero tengo el deber de inspirar a la comunidad, especialmente las latinas, a no callar”, dijo Salgado.

Sonia Rivera, directora de acercamiento y entrenamiento de abuso sexual en East Los Angeles Women’s Center, invitó a las latinas a llegar al centro para pedir ayuda.

“En estos tiempos hay más gente denunciando y contando su historia. Las latinas deben dejarse de estigmas, saber que por ser abusadas o acusadas no tienen la culpa. Y saber que hay apoyo para ellas”, indicó.

“Nuestra organización entrena promotoras en español para que lleven el mensaje a las iglesias, los centros comunitarios, las escuela y otros lugares para que la mujer sea empoderada”, dijo Rivera.

Eric Garcetti, el alcalde angelino, se unió al evento agregando que a la gente le debe importar el tema porque los abusos ocurren entre la familia, en el trabajo y en la vecindad, lo que alimenta un ciclo de violencia y trauma en la comunidad.

El tema es de todos, “porque en la ciudad donde vemos 70 por ciento de más mujeres indigentes, solo el 19 por ciento sufrió violencia sexual o algún tipo de abuso el año pasado”, dijo Garcetti.

El alcalde hizo hincapié sobre el 90 por ciento de mujeres en el festival de música de Coachella, que experimentó hostigamiento, indicando que no se necesita ir tan lejos para ver el problema inclusive en el hogar.

“Este tema también debe de importarle a los hombres… Nuestra meta como ciudad es hacer de Los Ángeles una región libre de la violación y el hostigamiento”, dijo el alcalde.

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