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Lanzan campaña para que se vendan porciones más pequeñas en restaurantes

Visitantes de L.A. Kitchen observan las opciones saludables del menú luego de la puesta en marcha de la campaña “Healty Eating Out” (Comer saludable fuera de casa), del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (Luis Sinco / Los Angeles Times).

Visitantes de L.A. Kitchen observan las opciones saludables del menú luego de la puesta en marcha de la campaña “Healty Eating Out” (Comer saludable fuera de casa), del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (Luis Sinco / Los Angeles Times).

( Luis Sinco / Los Angeles Times)
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Todos lo hemos oído antes: demasiados estadounidenses, más de uno de cada tres, son obesos y, por ello, más propensos a sufrir diabetes, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas.

Pero, ¿qué puede hacerse ante un problema que está tan profundamente arraigado en nuestra cultura? Lo que la gente come deriva de una mezcla de preferencias, ubicación, acceso y comportamiento.

En New York, el exalcalde Michael Bloomberg intentó prohibir los refrescos súper grandes. Varios años antes, el condado de Los Ángeles había prohibido la instalación de nuevos restaurantes de comida rápida en ciertas zonas. La ciudad de Berkeley aprobó un impuesto a los refrescos.

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Ahora, en un nuevo intento de reducir los índices de obesidad, el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles lanzó una campaña publicitaria para animar a padres e hijos a optar por porciones más pequeñas y alimentos más sanos la próxima vez que elijan comer fuera de casa.

Aunque California posee el quinto índice más bajo de obesidad en adultos de la nación, también tiene el promedio más alto entre niños de 2 a 4 años de edad y de bajos ingresos, de los cuales se estima que el 17% son obesos. Aproximadamente 15% de todos los niños de California sufren de obesidad, según datos nacionales.

La campaña lanzada por el condado de L.A. contiene un mensaje simple: cuando salga a comer, coma menos. Y no importa qué sitio se elija para hacerlo.

“Todo el mundo apunta a la comida rápida”, afirma el Dr. Paul Simon, director departamental de la División de Enfermedades Crónicas y Prevención de Lesiones, pero “no estamos prestando suficiente atención cuando dejamos a otros restaurantes libres de culpa”. El funcionario aseguró que, en los restaurantes tradicionales, las comidas también tienden a estar llenas de calorías, sal y grasas.

Los anuncios, que se lanzaron ayer jueves y continuarán hasta mediados de marzo, aparecerán en estaciones de Metro y trenes, en autobuses de MTA, así como en estaciones de radio y redes sociales, detalló Simon. Estarán en inglés y en español, y algunos de ellos también aparecerán en coreano, mandarín y cantonés, informó el funcionario.

En uno de los anuncios se ve a una niña que sostiene un menú y se lee: “Consejo Nro. 1 para salir a comer: elige siempre leche o agua”. Otro anuncio dice: “Consejo Nro. 2 para salir a comer: elige vegetales o frutas como guarnición”.

La obesidad es una de las batallas más grandes que enfrentan los oficiales de salud pública. Las tasas se han disparado en los Estados Unidos, pasando del 15% en 1980, al 35% en 2010.

Los altos índices de obesidad entre los niños son especialmente preocupantes porque muestran signos de enfermedades que antes sólo se veían en adultos –diabetes y daño al hígado- y desarrollan hábitos que podrían mantenerlos enfermos por el resto de sus vidas, afirmó Simon. “Hay una clara necesidad de intervenir a tiempo... para revertir la curva de la obesidad y la diabetes”, aseguró.

En octubre pasado, el Departamento de Salud lanzó otra campaña diferente, llamada ‘Agua: la opción más saludable’. En un letrero de esta campaña se veía a un niño sorbiendo bebida, con el rostro parcialmente cubierto por las palabras: “ADVERTENCIA: los refrescos, bebidas para deportes y jugos artificiales pueden derivar en obesidad infantil y diabetes tipo 2”.

Los expertos señalan que no hay una solución fácil ante la obesidad, que es impulsada por hábitos alimenticios y de ejercicio que están estrechamente vinculados con el estilo de vida de las personas. Eso hace que acabar con esta epidemia sea una batalla cuesta arriba, tanto como fue la lucha contra el tabaquismo en las décadas de 1960 y 1970, aseguró Simon.

“El ejemplo modelo de esto es, desde luego, el tabaco. Con el curso de 30 años realmente cambiamos las normas en torno a fumar”, afirmó el funcionario. “Será muy difícil, pero estamos intentando cambiar las normas acerca de los patrones alimenticios también”.

Los nuevos anuncios del condado de L.A. no discriminan entre tipos de restaurantes. Las investigaciones muestran que los niños consumen aproximadamente un tercio de sus calorías fuera del hogar, y los padres no deben sólo preocuparse por los lugares de comida rápida.

Un estudio halló que, en las cadenas de restaurantes tradicionales, las comidas contenían 1.128 calorías promedio, más del doble de la recomendación de 2,000 calorías al día para un adulto.

Otro estudio evaluó los totales de calorías de las comidas en pequeñas cadenas y restaurantes independientes, con resultados similares: demasiadas.

“La gente consume demasiadas calorías en una comida determinada”, afirmó Simon. El funcionario aceptó que puede ser difícil para los dueños de restaurantes recortar los ingredientes sabrosos y no saludables, o reducir el tamaño de las porciones, sin perder clientes.

Pero Kevin McCarney, fundador de la cadena de restaurantes de comida mexicana Poquito Más, expresó que estos ajustes no implican ‘darle menos’ al consumidor, sino simplemente brindarle más opciones.

Además de los clásicos burritos, tacos y tostadas que se venden en Poquito Más, los clientes pueden comprar versiones reducidas, llamadas “Petitos”. “El cliente no tiene que elegir entre no comprar un burrito, o comprarlo y comer demasiado”, afirmó McCartney. “La idea es que, a veces, la gente sólo tiene el deseo de una cierta comida, de su sabor, pero no quiere toda la porción”.

Poquito Más es uno de los varios establecimientos designados como “Choose Health L.A.” (Elegir Salud L.A.) por el Departamento de Salud del condado. Las decenas de restaurantes que han calificado para ello deben ofrecer la opción de porciones más pequeñas, así como frutas y vegetales como guarnición para los niños.

En una conferencia de prensa realizada este jueves para develar la nueva campaña publicitaria, la supervisora del condado de Los Ángeles, Hilda Solís, hizo un llamado a las familias latinas, quienes tienden a sufrir mayores tasas de obesidad y diabetes.

Solís, quien representa al Valle de San Gabriel y gran parte del Este de Los Ángeles, pidió a los padres que piensen dos veces antes de alimentar a sus hijos. La funcionaria relató que, cuando era pequeña, su madre y su padre siempre se aseguraban de que hubiera un vaso de leche en sus comidas e intentaban no usar demasiado aceite al cocinar. “Esas son cosas buenas de nuestra cultura”, dijo. “Sabemos que podemos hacerlo mejor”.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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