Anuncio

La segunda juventud, el regreso a clases después de los 50 años de edad

Share

Benita Van Dusen coloca sus cuadernos bien organizados en una mochila, en un folder por separado lleva las tareas de las cuatro clases que cursa. Aunque semanalmente trabaja 48 horas, no es una excusa para estudiar a tiempo completo.

“No hay edad para estudiar”, aseguró la inmigrante de 50 años de edad.

En el otoño de 2016, el Distrito de Colegios Comunitarios de Los Ángeles (LACCD) tenía inscritos a 162,942 estudiantes; siendo de 50 años o más alrededor de 12,743 alumnos, es decir el 8.5% de toda la población. De ese segmento el 30% eran latinos.

En ese período, Van Dusen completó su primer año desde que regresó a clases con crédito en Los Angeles Valley College. En la República Dominicana, de donde es oriunda, estudió dos semestres de la universidad, pero al convertirse en mamá el sueño de ser arquitecta se diluyó.

Anuncio

“En el 2019 termino”, aseguró sobre su diploma asociado, aunque la meta es seguir con la licenciatura en Inglés. A su juicio, con la edad el cerebro responde con lentitud pero “si comienzas a estudiar otra vez tu mente vuelve a rejuvenecer, ahora me siento una ‘teenager’”.

Reneé D. Martínez, presidenta del Colegio Comunitario de Los Ángeles (LACC), sostiene que la población de 50 años y más se caracterizan por su compromiso.

Al ir a un colegio, agregó la funcionaria, pueden obtener un certificado técnico o transferirse a la universidad; también encuentran clases de inglés gratis y entrenamientos especializados a bajo costo, entre otros recursos educativos.

“Tienen alta persistencia”, señaló Martínez, detallando que les facilitan horarios de clases en la noche y abren la biblioteca en fines de semana. “Si ellos tienen dificultades los referimos al centro de tutoría y obtienen la ayuda que necesitan”.

En toda la Unión Americana, según la Oficina del Censo, en el 2030 la población mayor de 65 años alcanzará los 72 millones de personas, es decir un aumento de 40.2 millones en relación al 2010.

En la actualidad, cuando más personas trabajan hasta una edad avanzada, tener un certificado o título de licenciatura universitaria será vital.

Edilberto Sánchez, de 58 años de edad, se graduó de ingeniero mecánico en su natal Perú. Al llegar a Los Ángeles en el 2014 trabajó dos años como operador de máquinas. “Ganaba 11 dólares la hora”, indicó sobre una tarea que le obligaba a engrasarse.

Después de cursar dos clases de cálculo en Los Angeles Mission College, ahora trabaja menos horas, en total son 15 a la semana, pero en su actual rol como tutor de matemáticas regresó a la enseñanza, una labor que realizó durante 15 años en la ciudad de Lima.

“Hago lo que me gusta y estoy estudiando”, aseguró Sánchez, quien en la actualidad cursa tres clases de ingeniería y dos de inglés.

Las necesidades de estos alumnos deben ser una prioridad, asegura Michele Siqueiros, presidenta de Campaign for College Opportunity; pero a su criterio, el mayor problema que enfrentan es cuando quieren transferirse a una universidad.

“Es muy confuso”, afirmó Siqueiros sobre el proceso de transición, por lo que aconseja a los alumnos que sean claros. “Si la meta es transferirse a una universidad que lo digan y busquen ayuda en el colegio comunitario a través de un consejero u otros estudiantes”.

La especialista también cuestiona las pruebas de evaluación de los colegios comunitarios, porque los estudiantes son ubicados en niveles muy bajos, algo que ocurre a nivel del sistema estatal, por lo que aboga para que exista una orientación obligatoria previa a los exámenes.

Escasez de profesionales

En el 2025, según un reporte del Instituto de Políticas Públicas de California (PPIC), el Estado Dorado tendrá una escasez de 1.5 millones de trabajadores con entrenamiento en “algunos colegios”, mientras que entre los graduados universitarios el déficit sería de un millón.

Esa mano de obra, asegura Francisco Rodríguez, canciller de LACCD, se puede capacitar en los colegios comunitarios y los alumnos de 50 años o más pueden desempeñar ese rol.

“Un título puede ayudar a las personas a cambiar su carrera”, afirmó el funcionario, quien al desglosar las estadísticas del 2016 destacó que el grupo de estudiantes adultos a partir de los 35 años de edad ascendió a 49,697 personas, es decir el 30.5% de todos los inscritos.

“Puede que siempre vaya a existir los prejuicios”, admitió el canciller sobre las supuestas limitaciones de estudiar a una avanzada edad, pero dijo que cada persona tiene que darse la oportunidad para revertir ese mito.

Ese camino comienza al ingresar al portal laccd.edu; no obstante, la perspectiva cambiará al visitar el campus más cercano de los 10 que tienen y hablar con un consejero, porque según Rodríguez al “pasar tiempo en nuestros colegios puede animar a más personas mayores”.

Le pagan por hablar, viajar y estudiar

La vida de Conchita, como es conocida Concepción Valadez, está ligada a la enseñanza. Ella rompió el molde a través del estudio, porque en su hogar nadie tenía un título universitario y si hubiera fracasado en su intento la tarea que le esperaba era la pizca de frutas y vegetales.

“Si no van a estudiar, hagan el trabajo de Conchita, porque ella está estudiando”, decía la madre de Valadez a las hijas mayores sobre las tareas en el hogar.

Esta investigadora y profesora de Educación en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) nació en el pequeño poblado de Sanderson, en el estado de Texas. A la edad de 13 años, su familia se movió a Salinas en donde se dedicaron al trabajo agrícola.

Cuando iba a los cultivos, junto a sus padres, recuerda que el mayordomo se burlaba de ella porque era pésima para el trabajo. “La familia Valadez va a ganar tanto dinero”, le decían con sarcasmo.

Entre risas, ahora recuerda que ante esas palabras ella decía en su interior: “Desgraciado, un día de estos voy a tener tu chamba”. Esa labor, sin embargo, la evitó porque se graduó de la licenciatura en Matemáticas y Literatura Española de la Universidad de California en Berkeley.

Después obtuvo una maestría en Lingüística y su doctorado en Educación en la Universidad de Stanford, formación que le ha permitido enseñar a los profesores que se gradúan de UCLA.

“Aunque uno ahora esté trabajando tiene que actualizarse, no puede quedarse sentado”, aseguró la académica de 80 años de edad. “El aprendizaje no es solo para ganarse la vida, tener techo y comida, también para tener una vida digna de vivir, porque uno no es animal de labor”.

Valadez explicó que ese mito que con la edad el cerebro se comienza a cerrar es falso, porque es un músculo que va creciendo y buscando nuevas maneras de conectar los impulsos eléctricos, a fin de responder a las necesidades que se presentan.

“Hasta a la gente más mayor de 70 y 80 años se le recomienda, si quiere seguir y tiene ánimo, que busque algo nuevo”, aseguró.

Con el enfoque y metas claras, combinadas con la automotivación, avanzar en una carrera universitaria es un desafío al alcance de cualquier persona de 50 años o más, porque ya saben cómo aprender, solo necesitan trabajar en la parte técnica para actualizarse.

“Cuando estás estudiando vas a estar conversando con gente que es distinta a ti y se comienza a abrir el mundo para ti”, advirtió la investigadora. “El saber más de lo que sabías ayer es una inyección que permite apreciar lo que tienes y lo que podría ser”.

En este momento, Valadez dirige proyectos educativos en Chile, en el País Vasco y en las escuelas de Los Ángeles.

“Llegué al lugar donde me pagan por hablar, viajar, estudiar; ¿dónde vas a encontrar un trabajo que te paguen por todas las cosas que te gustan”, reflexionó, por lo que motiva a otros a avanzar en la educación. “El mundo está aquí para conquistarlo”, exhortó.

Los consejos de Valadez

Hacer grupos de estudio y prepararse junto a otros para los exámenes.

Visitar los centros de escritura, matemáticas y laboratorios en los colegios comunitarios.

Si la meta es transferirse a una universidad programar cita con los consejeros.

Recorrer e indagar en las universidades sobre las clases que van a requerir.

Acudir a los centros de estudio y a los programas de avance académico de las universidades para obtener orientación en la transición.

Distrito de Colegios Comunitarios de Los Ángeles (LACCD)

Sitio web: LACCD.edu

Tel. 213.891.2000

Anuncio