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La Arquidiócesis de L.A. ‘esconde a más de 300 sacerdotes pederastas’. Sobreviviente presenta demanda

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En 1978, Thomas Emens tenía escasos 10 años de edad, cuando por primera vez fue abusado sexualmente por un sacerdote, en el condado de Orange.

Emens sufrió de violación durante dos años, sin contar toda una vida de angustia, depresión, desilusión y temor a decir públicamente lo que le sucedió.

Ahora, el sobreviviente y sus abogados están presentando una demanda de “molestia” contra los obispos de California por presuntamente ocultar el abuso sexual infantil.

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En la querella se incluye al clero de las arquidiócesis de Los Ángeles, San Francisco y Chicago, y las diócesis de Orange, San Bernardino, San Diego, Fresno, Sacramento, Oakland, San José, Monterrey y Santa Rosa.

El grupo también hace público un informe de más de 120 páginas sobre abuso sexual de oficina en la Arquidiócesis de Los Ángeles, el cual contiene información sobre más de 300 sacerdotes pederastas.

En ese informe se revela que la Iglesia permitió que más de 35 de ellos huyeran de la jurisdicción, después de que surgieran denuncias de abuso.

El demandante y sus abogados exigen que todos los obispos de California divulguen de inmediato los nombres y las historias documentadas de todos los delincuentes en cada diócesis.

Jeff Anderson, abogado del demandante, culpa a los obispos de conspiración civil y molestia para los niños a nivel local y global.

“Tom ha tomado la opción poderosa no solo de compartir su historia, su tristeza, sino de iniciar la demanda en contra de cada obispo católico y diócesis de California y Chicago, porque hay un peligro eminente que se tiene que exponer”, dijo el jurista de la firma Jeff Anderson & Associates.

“La ‘molestia’ ni siquiera describe lo que ocurre con los obispos de California enclavados en prácticas peligrosas, que han sido perjudiciales para los niños en diferentes comunidades del estado, ya que muchos depredadores han sido removidos a otras locaciones que no sabemos”, asegura Anderson.

El abogado asegura que se la iglesia católica y las autoridades han hecho muy poco para proteger a los menores de edad, y para dar a conocer los archivos de estos padres que las arquidiócesis se han encargado en encubrir.

El reporte en resumen

La oficina de Anderson y sobrevivientes de abuso sexual crearon el reporte que detalla la historia, récords de demandas, récords públicos y variada información de un total de 309 depredadores que han trabajado para la Arquidiócesis de Los Ángeles.

Asimismo, aseguran que al menos 35 perpetradores de abuso sexual huyeron de la jurisdicción luego de que surgieran denuncias de abuso, sostiene.

Anderson sostiene que el informe posa la misma práctica y patrón que tiene el reporte de abuso de más de 1,000 niños en Pensilvania, donde los funcionarios de alta jerarquía han movido a los depredadores a otros estados y países, y donde los han ocultado de las mismas autoridades.

En este reporte también hay mapas de donde se encuentran algunos de los ofensores, ya que algunos otros han muerto y no se sabe tampoco la ubicación de otros.

El abogado alega que los obispos tienen un sistema para mudar a los sacerdotes en problemas a otras iglesias aun sabiendo que posan un peligro para los niños.

“Cómo es los pueden mover a México, Canadá, India, Filipinas, Sur América y otras partes del mundo”, dice Anderson.

Por ejemplo, el reporte habla del sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, quien habría violado a decenas de niños en México y quien fue trasladado a Los Ángeles, a una comunidad latina.

Ahí, Rivera violó a por lo menores a 20 menores de edad en un lapso de nueve meses.

“El cardenal Roger Mahony hizo uso de la solución geográfica y lo removió otra vez México a sabiendas de que las autoridades lo perseguían”, dice Anderson.

Actualmente, tendría 77 años, de los cuales 17 ha estado prófugo de la justicia.

Emens no quiere dinero

Por su parte, el demandante asegura que no busca dinero por los daños.

“Esta demanda es la única oportunidad para encontrar justicia, y para traer a todas las víctimas como yo afuera de las sombras”, asegura Emens.

“Creo que la razón por la que abro la demanda es porque encontré otra víctima de mí mismo perpetrador. Esta persona estaba en muy malas condiciones (emocionales) cuando lo encontré. Tengo que continuar este camino para ayudar porque no sabemos las víctimas que hay allá afuera”, dice Emens.

Emens enfatiza que la justicia tiene más valor que cualquier dinero que le puedan ofrecer por su silencio.

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