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Inspiradas en el movimiento #MeToo, mujeres toman el mando de taller automotriz

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Con un maquillaje impecable y sus zapatos de tacón alto, las tres mujeres dejan la oficina y caminan con parsimonia hacia la área de reparación del taller; a pesar de la apariencia de ejecutivas, se pierden entre las herramientas de mecánica y los vehículos que están en proceso de restauración.

“Quiero que las mujeres vengan aquí y se sientan confortables”, manifestó Lilit Shakhnazaryan, presidenta de King Motor Sport, dejando al descubierto que el público femenino es el objetivo principal de este negocio, en el que se han enfocado a raíz de sus propias vivencias negativas.

Como resultado de las denuncias de acoso sexual, enarboladas por el movimiento #MeToo surgido en el 2017, las mujeres han roto el silencio; esa misma energía se convirtió en fuente de inspiración para Shakhnazaryan, quien se asoció a Adriana Núñez y Silvia Villaseñor, con el fin de que el público femenino no sufra atropellos.

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Experiencia de abuso

Shakhnazaryan, de 27 años de edad y de ascendencia armenia, se apoyó en Núñez y Villaseñor, ambas de origen mexicano, debido a cargos extras y abusos que sufrieron al desconocer de mecánica y encontrarse sin el apoyo de las compañías de seguro.

Núñez, de 34 años de edad y nacida en Huntington Park, tuvo un accidente de tráfico. Cuenta que no supo negociar con la aseguradora, la reparación de su auto resultó muy costosa y tuvo que transportarse en autobús para llevar a sus hijos a la escuela y para ir al trabajo.

“Fue un dolor de cabeza”, manifestó la directora de mercadeo de este taller localizado en Sun Valley. En una plática más tarde con Shakhnazaryan, se enteró de que ella había vivido lo mismo. “¿Porqué estamos pasando por esto? Hay que hacer algo entre nosotras”, le sugirió a su amiga.

La conversación informal adquirió seriedad al incorporar a Villaseñor al equipo. Esta mujer de 36 años de edad, originaria de Mexicali [Baja California], tiene experiencia en contabilidad y en el mundo de los autos, pues desde los 12 años observaba a su padre reparar los vehículos de la casa.

“Mi papá me decía: ‘Tu puedes hacerlo’. Me daba confianza y me empujaba”, relató asegurando que sabe cambiar llantas, aceite, bujías y filtros, y ahora es la administradora del taller, en donde se codea con ocho empleados hombres.

“En los talleres a veces se aprovechan de las mujeres porque uno no tiene conocimiento”, señaló Villaseñor, quien conecta a los consumidores con los mecánicos.“Si accedes a lo que ahí te dicen, uno sale gastando $6,000 o más por algo sencillo, como un antirefrigerante, solo por no saber”.

Contra los esquemas

“Honestamente es intimidante saber que cada posición en esta industria ha sido tomada por un hombre”, afirmó Shakhnazaryan al señalar que están remando contra la corriente.

“La gente dice: ‘¿Qué saben ellas?’”, añadió la oriunda de Glendale. “Nuestra misión es cambiar la forma en que ven a las mujeres y queremos que más mujeres sean capaces de hacer lo que quieran”, subrayó.

En ese sentido, Núñez agrega que cuentan con empleados de experiencia, además existe un riguroso control de calidad y asesoran a las consumidoras para negociar con las aseguradoras; asimismo, permiten que el deductible se pague en cuotas, entre otras ventajas que brindan.

“La idea es hacerles un poquito más fácil su vida; pero no solo eso, también educarlas”, indicó.

Este taller, ubicado en el 11217 de la calle Tuxford, en Sun Valley, se creó en el 2015, pero fue en el 2017 cuando apostaron por el público femenino.

Al principio, solo el 5% de sus clientes eran mujeres. En la actualidad, la balanza se ha equiparado, al tener 50% de clientes del sexo masculino y femenino por igual. “No discriminamos, los hombres son bienvenidos”, aseveró Núñez entre risas.

Ante la pregunta de porqué el nombre es “king” [rey] y no “queen” [reina], Núñez dijo que optaron por ese nombre “porque las meras meras somos nosotras; ¿por qué no puede ser una mujer el rey?”, argumentó.

El ‘Me Too’ anuló el miedo

El movimiento “Me Too” [Yo También] surgió en el 2006. Fue una iniciativa de la activista Tamara Burke, como parte de la organización Just Be Inc, enfocada en empoderar a chicas jóvenes de color.

En el 2017, sin embargo, debido a los casos hostigamiento sexual atribuidos al productor de cine Harvey Weinstein, el movimiento tomó mayor fuerza colocando contra la pared a políticos y figuras del entretenimiento que han visto sus carreras defenestradas.

Celia Lacayo, socióloga de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), sostiene que el “Me Too” ha servido para denunciar el acoso sexual y le ha dado valor a las féminas para romper moldes sociales.

“Las mujeres están diciendo que no le tienen miedo al negocio que ha sido históricamente dominado por los hombres”, aseguró.

La experta agrega que el sentir entre las mujeres refleja algo más: “Están diciendo: ‘Estamos en el Siglo XXI’, donde debemos romper las barreras, nosotras también podemos ser madres y mecánicas, podemos hacerlo todo”.

La clave está, añadió Lacayo, en que las féminas pueden ir con las de su mismo género y saben que no les van a cobrar más ni las van a engañar. “La confianza que una mujer tiene en otra mujer es lo que decide que ese tipo de negocio sea exitoso y lo estamos viendo más y más con el ‘Me Too’”, subrayó.

Las cifras

50% de la población de Estados Unidos son mujeres

47% de la fuerza laboral estadounidense son de sexo femenino

9.8 millones de negocios son propiedad de mujeres

8.4 millones de empleos son generados en las empresas de mujeres

2.5 millones de negocios son propiedad compartida por mujeres y hombres

1,420 millones de dólares anualmente generan en ventas los negocios de mujeres

Las industrias favoritas para las mujeres empresarias

  1. Restaurantes (82,000 negocios)
  2. Cuidado personal (55,000)
  3. Oficinas de otros servicios de salud (39,000)
  4. Oficinas médicas (38,000)
  5. Consultoras tecnológicas y científicas (35,000)

(Fuente: Encuesta de Propietarios de Negocios 2012)

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