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Inquilinos preocupados, mientras que Caltrans se prepara para vender sus hogares

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Las cabañas modestas y hogares construidos en forma majestuosa a lo largo de la franja de las tranquilas calles de Pasadena, South Pasadena y El Sereno son parte de la larga herencia dolorosa de una autopista que nunca se construyó.

En 1950 y 1960 Caltrans empezó a comprar casas y espacios vacios para lo que sería la extensión de la autopista 710, pero en las siguientes décadas que siguieron el proyecto de 6.2 millas de largo, se quedó estancado entre cabildeos, demandas y la legislatura.

Uno de esos inquilinos es Linda Krausen. En 1993 se mudó a la callada calle del Sur de Pasadena que corre a lo largo de la autopista 710. Caltrans compró esa casa en 1970 a 21 mil cien dólares, esperando limpiar el espacio para la construcción del intercambio de autopistas 110 y el 710.

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La casa de dos recámaras construida en 1909 se mira medio tirada desde afuera, dijo Krausen y tiene otras quejas a las que Caltrans no atendió, incluyendo el asbesto bajo el suelo en uno de los cuartos. Pero además, le habían prometido un patio y un espacio amplio en la parte trasera de la casa que se vería muy bien si eliminaran el concreto.

Esta casa será una de las primeras que serán vendidas y la venta podría realizarse en el mes de noviembre, anunció Caltrans.

Krausen, de 74 años, espera retirarse pronto de su trabajo de interprete en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles. Ella no ha visto un valor estimado todavía, pero teme que no lo podrá pagar una casa con su modesto sueldo ahora que se retire. Otras casas alrededor del área se han vendido en más de 800 mil dólares.

“He sido muy feliz aquí”, dijo Krausen. “Solo quiero saber si me voy a poder quedar a vivir en esta área”.

Un documento preparado por Caltrans a principios de año sugiere que docenas de inquilinos se les pagará para que se salgan. Bajo una ley de 1979, los arrendatarios recibirán un porcentaje de descuento para las personas que ganan menos de 150% del promedio salarial en el condado: $43,350 para una persona soltera y, $64,800 para una familia de cuatro.

“Las familias que pertenecen a la clase media tendrán problemas para comprar una casa por el ingreso que obtienen”, dijo Sutton. “Gente que tiene dinero puede pagar el valor del mercado; y gente que es pobre podrá calificar bajo los programas de venta accesibles. Pero una persona viviendo sola con un salario de clase media difícilmente podrá cambiar una propiedad de medio millón de dólares”.

Ex propietarios e inquilinos actuales que obtienen un interés reducido tendrán la oportunidad por primera vez de comprar una propiedad. El siguiente paso será para las compañías de desarrollo de vivienda accesible; después los inquilinos pagaran el precio del mercado y después los ex inquilinos en orden regresivo a su ocupación. La última opción será una subasta pública.

Rumores de la inminente venta son buenas noticias para los funcionarios de Pasadena y el Sur de Pasadena que han batallado con la compañía administradora de Caltrans por años. Algunas de las casas en venta están precisamente en las calles con más presencia en las área más bonitas del vecindario, incluyendo la avenida Pasadena.

“La postura que hemos tomado históricamente ha sido, ‘seguir adelante hasta el final”, dijo Terry Tornek, el alcalde de Pasadena.

La ciudad ha intentado varias veces de que Caltrans cuide las propiedades en los distritos históricos después de que los residentes y los conservacionistas han expresado su preocupación acerca de si las casas estaban siendo debidamente atendidas. “La incertidumbre y la disminución de estos edificios, es simplemente irritante”, subrayó el alcalde.

Más de 35 casas que son propiedad de Caltrans son consideradas inhabitables, de acuerdo a información de la agencia; además de recibir quejas de los residentes de robos, moho e infestaciones de paracitos.

En el 2011 el periódico L.A. Times reportó que las facturas de los techos de las propiedades de Caltrans alcanzaban los 71 mil dólares por cada una en promedio, muy arriba del costo general en la zona.

Una auditoría estatal al siguiente año encontró que Caltrans gastó 22.5 mdd en cuatro años en mantenimiento que no podría justificarse como un costo razonable y efectivo. También los documentos revelaron que la compañía de transporte estaba perdiendo 22 mdd por año debido a que los inquilinos, incluyendo 15 empleados del estado, estaban pagando una renta demasiado barata y muy por debajo del promedio en la área.

Para leer este artículo en inglés hacer clic en este enlace.

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