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Inmigrantes indocumentados víctimas de Harvey no están pidiendo ayuda por miedo

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Entre las víctimas del huracán Harvey están cientos de miles de inmigrantes indocumentados, quienes por temor a su estatus no están pidiendo ayuda a las autoridades.

El huracán llega días antes de que entre en vigor el proyecto de ley SB4, que prohíbe las ciudades santuario y permite a las autoridades locales solicitar la prueba de residencia legal en cualquier detención de rutina, como una parada de tráfico.

La medida, que empieza a implementarse este primero de septiembre, también amenaza a los jefes de policía y alguaciles con la pena de prisión, si no ayudan a los funcionarios federales de inmigración.

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Texas también se encuentra entre los 10 estados que amenazan con demandar a Donald Trump, si para el 5 de septiembre no revoca el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Daca).

“La verdad no sabemos qué hacer”, dijo Alma, una madre de familia indocumentada que fue entrevistada por HOY en una entrevista telefónica.

“Sentimos que lo hemos perdido todo, sin trabajo, sin dinero, sin hogar y con miedo a que la policía nos denuncie a las autoridades de inmigración en cualquier momento”, lamentó la inmigrante.

Esta mujer, residente en la ciudad de Houston, sostiene que la casa que renta se empezó a inundar el sábado por la noche.

“Al ver que el agua se metía sin descanso, nos salimos mi esposo y tres hijos. Ahora estamos con unas amistades, pero no podemos estar mucho tiempo así”, aseguró Alma.

“El pedir ayuda es una baraja que juegas, sin saber si después esto va a tener consecuencias”, añadió la madre de familia.

Este temor está impidiéndole a muchas personas indocumentadas a pedir ayuda en los albergues, sostiene el mismo gobierno del estado.

Las autoridades federales y el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, les están pidiendo a los inmigrantes indocumentados buscar refugio contra la tormenta.

En una declaración conjunta, la Agencia de Inmigración y Aduanas Estados Unidos (ICE) y las agencias de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) afirman que no van a centrarse en buscar indocumentados en los refugios o bancos de alimentos.

La declaración agrega que las autoridades le están dando prioridad a las actividades de salvamento, sostenimiento de vidas, el mantenimiento del orden público y la recuperación de la región.

Texas es el tercer estado con la población indocumentada más grande en el país. Cerca de 575 mil indocumentados viven solamente en Houston, según el Pew Research Center.

Sin embargo, el temor está presente, sostiene el congresista Armando Walle, representante del Distrito 130, en Houston.

Walle señaló que mientras evacuaba a su familia del vecindario mayormente latino, vio como un hogar con cerca de 20 miembros, se negaban a salir de una propiedad.

“No voy a decir que esto es directamente por el miedo al estatus migratorio”, advirtió el congresista.

“Pero esto nos da una idea de toda la gente que se está negando a la ayuda, especialmente latinos indocumentados aún con el agua por arriba de la cintura. Por gracia de Dios, esa fue la única propiedad en el vecindario que no se hundió”, agregó Walle.

Sin embargo, dijo el legislador, que ha escuchado a la gente en las panaderías, carnicerías y los compañeros de juego de su hijo, que “la gente tiene miedo de la SB4”.

Óscar Hernandez, beneficiario de Daca y organizador de United We Dream, recalca que el temor de muchos tiene sentido.

“Mi mamá es indocumentada, mi hermana es indocumentada. Muchos tienen miedo de pedir los recursos y el refugio para luego terminar encerrados y detenidos solo por pedir ayuda”, dijo el residente de Houston.

“Esperamos que el gobierno respete sus declaraciones y alentamos a la comunidad a buscar esa asistencia”, añadió Hernández.

Julieta Garibay, cofundadora y directora de Campaña de United We Dream, indicó que en este momento están trabajando para lanzar una línea telefónica, para que la comunidad inmigrante pueda denunciar cualquier tipo de abuso civil.

“Estamos visitando varios refugios para ayudar con las traducciones y para decirle a la comunidad que están seguras”, explicó la activista.

“Entendemos su miedo, ya que en los refugio hay agentes de la ley cuidando el orden y a la estrada los voluntarios están pidiendo identificación; pero esto es solo para saber quiénes están recibiendo la asistencia”, advirtió Garibay.

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