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“Fue un infierno”: inmigrante transgénero denuncia maltrato en centro de detención de Santa Ana

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La búsqueda de un ambiente alejado de la burla, intimidación y abuso sexual en su tierra natal, no cambió mucho para Stacy Araujo, mujer transgénero, que ingresó a Estados Unidos por la frontera de El Paso, Texas el 21 de septiembre de 2015 huyendo de territorio centroamericano.

Araujo, de 26 años de edad, solicitó asilo al presentarse ante la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), agencia que la trasladó al centro de detención en Santa Ana, California el 7 de octubre pasado, donde estuvo más de tres meses y medio junto a 48 mujeres transgénero.

“Fue un infierno”, aseguró la mujer oriunda de El Salvador al describir su estancia en el Condado de Orange; aquí fue objeto de aislamiento, enviada al denominado ‘hoyo’, cuando no acataba las normas de los oficiales, señalando que sus compañeras se quedaban calladas para evitar los castigos.

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“Lo más traumante es el hecho de tener que pasar la minuciosa revisión de los oficiales; como mujeres tránsgenero es una falta de respeto que nos hagan mostrarles nuestras partes genitales”, aseveró la inmigrante, agregando que para ella fue “un maltrato indignante e inhumano”.

Los controles de rutina eran realizados por hombres, ante quienes se tenía que desvestir por completo; a eso agrega que los oficiales se reían en frente de ella. “Las revisiones solo son para humillarnos”, dijo la mujer que el 19 de enero pasado salió en libertad al ganar su solicitud de asilo.

El centro de detención en Santa Ana es el único en toda la Unión Americana que cuenta con una unidad para alojar a mujeres transgénero, el cual brinda este servicio desde el 2011; sin embargo, para activistas y defensores de los derechos humanos los abusos no se detienen.

Isa Noyola, directora de programas de Transgender Law Center, en la ciudad de San Francisco, denunció que aparte del maltrato la población transgénero no está recibiendo el tratamiento médico y terapia hormonal adecuada, problema que han observado a escala nacional.

“Está empeorando la situación, no hay garantías; por esa razón muchas no dicen que son transgénero porque van a recibir más violencia o enfrentar más discriminación”, aseguró la activista. “El centro de detención en Santa Ana no resuelve el problema porque las políticas son las mismas”.

Según datos de ICE, hasta el 11 de marzo anterior en este centro del Sur de California estaban bajo custodia 24 mujeres, mientras que alrededor de 26 se encontraban localizadas en diferentes instalaciones a lo largo del país recluidas junto a hombres.

Jennifer Elzea, vocera de la agencia federal, indicó que en Santa Ana cuentan con expertos médicos y que el compromiso es proporcionar un ambiente seguro y respetuoso a todas las personas que están bajo su custodia, incluyendo a quienes se identifican como transgéneros.

“ICE no ha recibido ninguna queja oficial reciente”, aseguró Elzea a HOY, agregando que los oficiales en este centro han sido entrenados, entre el 2013 y el 2015, en asuntos relacionados a la población LGBT, para tener la sensibilidad y ofrecer el debido cuidado.

Sin embargo, en la organización Human Rights Watch (HRW) consideran que la agencia federal debe investigar los procedimientos que se están denunciando, y es que según el reporte “¿Pueden ver cuánto estoy sufriendo?” dado a conocer el miércoles en rueda de prensa, el abuso que padece este grupo vulnerable es sistemático.

“Muchas de las mujeres detenidas en Santa Ana todavía enfrentan maltratos y abusos por parte de los guardias”, aseveró Adam Frankel, coordinador del programa de derechos LGBT de HRW, al tiempo que condenó el aislamiento al que son sometidas.

“Estamos exigiendo que desarrollen alternativas a la detención que permita a las mujeres transgénero a permanecer en la comunidad, mientras continúan sus casos de inmigración, en vez de sufrir abuso en los centros de detención”, concluyó Frankel.

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