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Estadounidenses creen que la marihuana es más segura que los derivados del opio, según encuesta

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Cuando la marihuana se encamina a venderse para fines recreativos en California, una encuesta indica que los estadounidenses creen que esta droga es más segura que los opioides para aliviar el dolor, pero no la recomiendan para tratar las náuseas en mujeres embarazadas.

Dos terceras partes de las personas encuestadas por Yahoo/Marist afirmaron que los derivados del opio como Vicodin y OxyCOntin tienen más riesgos, incluso aunque sean recetas médicas. Mientras que una de cada cinco personas dijeron que la marihuana es más peligrosa.

Asimismo, el 83% de las personas que participaron en el sondeo indicaron que se debería legalizar la marihuana para tratamientos médicos a nivel nacional, basados en que por sobredosis de heroína, morfina y otros opioides mueren 91 personas al día en todo el país.

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“Estamos hablando de una súper gran diferencia”, manifestó Armando Gudiño, gerente de política de Drug Policy Alliance, agregando que “la marihuana no es adictiva fisiológicamente como lo es la heroína; más bien ayuda a las náuseas, epilepsia, glaucomas y dolores de cuerpo”.

En la encuesta, el 70% rechazó el uso de esta droga para mujeres embarazadas y se mostraron divididos sobre el uso en los jóvenes en caso de que fuera legal.

Jeffrey Zinsmeister, vicepresidente de Smart Approaches to Marijuana (SAM), plantea que el problema que existe en la actualidad es la falta de diseminación de información e investigaciones científicas sobre la marihuana, como sí existe en cuanto al tabaco.

“Es adictiva y provoca problemas de salud igual que el tabaco e intoxica igual que el alcohol”, señaló Zinsmeister, al destacar que existe una poderosa industria que se beneficia de la promoción y consumo de esta sustancia, abogando para que se expanda su regulación.

SAM ha impulsado campañas para revertir esa expansión en estados como Colorado, Washington y Oregon.

Mientras que Drug Policy Alliance apuesta por la regulación; por lo tanto, consideran que la entrada de esta droga en California para el consumo recreativo cambia la dinámica en el país; aunque existen algunas barreras, la legalización terminará por implementarse a nivel federal.

“El debate no debería ser si se legaliza o no; sino cómo se va a regular”, planteó Gudiño.

Zinsmeister, por su parte, asegura que ese panorama se debe ver “desde la perspectiva de la salud pública y no de las ganancias de unas pocas personas que quieren ganar dinero vendiendo sustancias nocivas”.

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