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El Mariachi, una tradición que cautiva y transforma a las nuevas generaciones

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El eco de un gigante guitarrón, los violines y las trompetas suena por todo el auditorio; mientras los trajes de mariachi y la voz de los estudiantes se combinan para dar vida a toda una tradición mexicana que no respeta fronteras.

Son los alumnos de la primaria Middleton Elementary localizada en la ciudad de Huntington Park que participan en el programa de Música Después de la Escuela de Woodcraft Rangers.

De repente, del grupo de pequeños artistas emana una voz fuerte, orgullosa y que da forma a una de las canciones en español más populares de Vicente Fernández: “Pero Sigo Siendo El Rey”.

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Por un momento, la mayoría de los presentes también la cantan, o por lo menos tararean la canción.

“Es una voz de valor y que nos refiere inmediatamente a nuestra cultura”, describe Lizett Parra, madre de César Almeida, estudiante de quinto grado que también está en medio de ese grupo de menores que cantan la música tradicional.

“Es increíble lo que este programa ha hecho por mi hijo”, agrega Parra sorprendida.

Los padres se expresan con gran satisfacción sobre el programa porque hoy en día muchos menores pasan horas pegados a los videojuegos, televisión, tabletas y otros dispositivos tecnológicos.

Sin embargo, César disfruta las tardes tocando el guitarrón, un instrumento grande, profundo-corpóreo de seis cuerdas acústicas. “Me gusta pasar el rato en casa, pero prefiero estar con mis amigos tocando y haciendo algo divertido”.

Así como César, otros 25 niños de primaria son parte del grupo de Mariachi infantil que participan en el programa de Woodcraft Rangers. Todos los días, en cuanto suena la última campanada de la escuela, ellos agarran sus mochilas y se dirigen hacia el auditorio para encontrarse y empezar a practicar, pero antes hacen su tarea.

Una vez terminada, ahora sí, vienen las trompetas, guitarrones, violines y hojas de música para empezar a transformar los sonidos en canciones que representan toda una cultura.

Para César, todo comenzó cuando estaba en el primer grado. El estudiante tenía 7 años de edad cuando su madre trajo a un grupo de Mariachi a una fiesta familiar y el menor descubrió su interés por la música que ahora le apasiona.

“Desde ese día, ha estado emocionado de tocar y cantar”, dijo su madre Parra.

El grupo de pequeños artistas en la escuela ya está consolidado, gracias a las innumerables horas de práctica que pasan juntos; además, y debido a los años que llevan tocando en grupo, se ha ido formando una cultura de responsabilidad y orgullo impenetrable entre los mismos participantes.

No obstante, todo esto no sería posible sin el involucramiento de los padres de familia en las actividades de sus hijos.

“Los padres están muy involucrados con el programa y ellos ayudan durante las presentaciones para que los niños se sientan seguros al tocar”, dice Luz López, coordinadora del programa Después de la Escuela en Middleton Elementary.

Entre los lugares que el Club de Mariachi ha visitado con sus presentaciones se encuentran Festivales de Libros, Fiestas Patrias en Olvera Street, Union Station, cenas de gala de organizaciones de prestigio, y recientemente participaron en su primera competencia de música tradicional mexicana, llamada “Batalla de los Mariachis”, en la Misión de San Juan Capistrano.

Programa en las escuelas

Vestidos de charro y un traje de Mariachi, los pequeños artistas agarran sus instrumentos, exhalan con fuerza y empiezan a surgir los sonidos de canciones más que conocidas por sus padres.

En ese momento César agarra el micrófono, y como si viniera desde lo más profundo de su ser, deja escapar un gran grito que provoca los aplausos del público.

Después de terminar la presentación, los alumnos suben a los autobuses y se dirigen de regreso a la escuela. Ellos seguirán preparándose para su próxima presentación.

Mientras tanto, una de las encargadas de la organización Woodcraft Rangers se asegura que siempre haya fondos suficientes para el mantenimiento de los instrumentos, trajes, el transporte y los honorarios de registración.

El punto principal es que las comunidades de pocos ingresos tengan la oportunidad de experimentar el idioma de la música.

“El objetivo de la organización es hacer que los estudiantes desarrollen su talento artístico, pero también forjar personas de bien que lleguen a su adolescencia con ciertas habilidades que les permita salir adelante”, subraya López.

El programa del Música de Mariachi Después de Escuela de Woodcraft Rangers está en varios planteles educativos en el Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD), apoyando siempre a los niños en diferentes disciplinas.

Para más información sobre el programa en su escuela dentro de LAUSD puede hablar al (213) 249-9293.

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