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Discapacitados piden apoyo para la “controversial” Medida “M” en elecciones

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Faustino Montiel se desplaza por la región de Los Ángeles en silla de ruedas desde hace 10 años tras sufrir un accidente de tráfico, desde entonces tiene que atravesar banquetas y calles en condiciones deplorables, señala.

Montiel, es una de varios discapacitados en el condado de Los Ángeles que está a favor de la Medida “M”, que forma parte de la boleta electoral del 8 de noviembre.

La medida, promovida por Metro, tiene como meta apoyar los proyectos de transporte público en el condado para mejorar y construir autopistas, banquetas, carreteras, puentes, líneas para ciclistas, y finamente combatir el tráfico y la contaminación.

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Sin embargo, el plan de transportación no solo llega ahí, dice Montiel.

“La medida le proporciona descuentos de viajes a los ancianos, estudiantes y personas con discapacidades. Algo que mucha gente no sabe”, agrega el señor de 50 años de edad.

“Además, esta agrega varias rutas rápidas de camiones, lo que nos permite transportarnos de un lado a otro con más facilidad”, agrega.

La medida busca un aumento de medio centavo en impuestos de ventas por cada dólar que la comunidad gaste.

De aprobarse, el descuento de viajes para este sector sería de 2.4 millones anualmente.

En total, Metro calcula que la medida le traería al condado unos 860 millones de dólares anualmente.

Otros discapacitados de Independant Living Movement en California (CILM), una organización que aboga por los derechos de esta comunidad, también han expresado su apoyo indicando que se trata de tener “mejores opciones”.

“Yo vivo en una comunidad urbana cerca del centro de Los Ángeles, así que tengo varias opciones de transportación y tengo también la bendición de poder tomar el camión de DASH enfrente de mi oficina”, dice Lillibeth Navarro, miembro de abogacía para CILM.

“Aún así, ir a la tienda dentro de una corta distancia en mi vecindario me es un reto debido a las calles agrietadas, sin rampas en las aceras, calles anchas y congestionadas. La gente en Los Ángeles, no sólo las personas con discapacidad tenemos la necesidad de desplazarnos sin tener que temer por nuestras vidas”, agrega Navarro.

Actualmente en la región de Los Ángeles habitan unas 170 mil personas que utilizan los Servicios de Acceso informal para deshabilitados, ya que no cuentan con suficiente dinero para conducir automóviles o no pueden manejar. No obstante este servicio debe de contratarse en avance. Asimismo, otros 300 mil receptores y proveedores de cuidado de servicios utilizan estos servicios.

Además, existen unas 88 mil personas con “baja visión”, otros 64 ciegos y alrededor de 25 mil sordos, que de acuerdo a simpatizantes, podrían beneficiarse de la medida.

Hasta el momento, el incremento tiene el apoyo del alcalde Eric Garcetti, los supervisores del condado de Los Ángeles y algunos grupos a favor del medio ambiente.

Aunque por otra parte, varios opositores han argumentado que las mejoras tomarán décadas y que solo las comunidades más ricas del condado se beneficiarán del proyecto. Asimismo, los opositores agregan que a la MTA le hace falta transparencia y responsabilidad.

Entre los oponentes están Bus Riders Union y ciudades como Carson, Torrance, Rancho Palos Verdes, Signal Hill, Commerce, Norwalk y El Segundo.

“La Medida M es un monstruo de Frankestain creada de la desesperación de varias metas no integradas para incrementar un impuesto en lugar de proveerle al condado entero con el mejor sistema integrado de movilidad que pueda haber. De hecho, la promesa de movilidad se utiliza simplemente para conseguir más dinero”, sostiene John Mirisch, alcalde de Beverly Hills.

Para algunos discapacitados, el quedarse estancados y sin un plan de restructuración, es peor.

“Si los discapacitados que tenemos mucho menos capacidad para movernos y mucho menos dinero que una persona con un trabajo regular, estamos dispuestos a pagar medio centavo para el beneficio de todos, no veo porque otros no quieran aportar”, dice Montiel.

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