Con la llegada de la Pascua los inmigrantes colocan a Trump en la reflexión espiritual

El camino que Jesús recorrió hasta llegar al monte Calvario, con el peso de la cruz en sus hombros, es en lo que se inspira la reflexión de la Semana Santa. Al acercarse la Pascua, los inmigrantes descubren su propio ‘vía crucis’ en medio del ambiente de zozobra actual.

“Siempre hacemos un pequeño sacrificio”, aseguró Olga Cordero, oriunda de Jalisco, México en referencia al ayuno y oración. Esta mujer, madre de cuatro hijos, llegó a Estados Unidos en 1987. En la actualidad vive con incertidumbre debido al clima anti-inmigrante.

En ese tiempo espiritual, agregó la inmigrante, esta vez pondrá al presidente Donald Trump, afin de que “sea un poquito más humano y deje de seguir afectando a familias trabajadoras, que el único sueño que tienen al venir aquí es el vivir mejor”.

Ese temor que se ha generado entre los indocumentados, también se ha reflejado en los servicios religiosos.

“Ha bajado un poquito, pero no es mucho”, dijo el sacerdote Víctor Ramos, de la iglesia Sagrado Corazón, en la ciudad de Compton, al valorar la asistencia regular a este templo católico. “Algunos dicen que están muy nerviosos, por eso no acuden a la celebración”, agregó.

A pesar de la amenaza que existe por la política migratoria federal, los feligreses aprovechan la Semana Santa para expresar su devoción.

Jesse Menaiza, originario de Honduras, sostiene que de poco sirve hacer promesas si la Cuaresma, que comenzó el 1 de marzo, no se aprovecha para reflexionar, el objetivo principal de este momento espiritual, basado en la crucifixión y resurrección de Jesús.

“Nos preocupamos mucho en la situación del presidente, que nos va a deportar, pero ¿en realidad estamos orando para que ese señor cambie de mentalidad?”, se preguntó.

En el mismo sentido, el padre Ramos plantea que la fe puede hacer la diferencia, por eso exhorta: “Si tenemos un problema, sea migratorio o salud, tenemos que confiar en Dios y hacer mucha oración; si no hay esa confianza en el Señor no podemos seguir adelante”.

La reflexión espiritual, agrega Walter Contreras, pastor de la Iglesia Presbiteriana de Pasadena, tiene que estar enfocada en demostrar una verdadera conversión.

El reverendo cree que si los inmigrantes en este momento tienen el peligro de las deportaciones, una forma de mostrar justicia es proveerles recursos para su defensa, que tengan acceso a abogados, así se puede hacer tangible el mensaje cristiano.

“Hay que preguntarnos: ¿qué es lo que puedo hacer diferente? ¿qué estamos dando por los demás?”, razonó.

A través de la figura de un puente deteriorado, explicó Contreras, se puede aplicar misericordia para salvar a las personas que se están cayendo. Pero si alguien lo repara, pone en práctica la justicia.

“No solo hay que reflexionar, también hay que cambiar y hacer cosas en las que podamos demostrar una verdadera conversión”, indicó el líder presbiteriano. “Es una reflexión hacia un cambio en la justicia, porque no va a haber paz sino hay justicia”.