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“¡Ayotzinapa, Los Ángeles no te olvida!”

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“Ayotzinapa vive, la lucha vive y sigue”. “Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… 43”. “¿Qué queremos? ¡Justicia!, ¿Cuándo? ¡ahora!”.

Ese fue el grito con el que inició la marcha en Los Angeles a un año de la desaparición forzada de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero.

Desde entonces, las marchas y manifestaciones dentro y fuera de México se han intensificado; pero el día de ayer, el movimiento se había incrementado con marchas en Europa, América Latina y en 30 ciudades de Estados Unidos, incluyendo Los Ángeles.

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El punto de encuentro fue la Placita Olvera a las 2 p.m. justo cuando el termómetro rebasaba los 90 grados Fahrenheit y los rayos del sol simplemente calaban la piel, pero eso no pareció importar a decenas de manifestantes que con una pancarta o un grito expresaban su repudio al gobierno mexicano.

“Ya me canse de la injusticia”, “Duele ser mexicano. Nos faltan 43” y “Ayotzinapa, Los Ángeles no te olvida”, se leía en algunos de las mantas o cartulinas que portaban mujeres, niños y familias completas que habían iniciado las tres millas de recorrido hasta el Consulado Mexicano.

El contingente no era superior a las 150 personas, pero la fuerza con la que se manifestaban era suficiente para llamar la atención de los transeúntes, turistas y conductores que se encontraban a su paso entre las calles y avenidas.

Rafael Muñoz, activista y partidario de Morena, dijo que lo que se buscaba con la marcha era unirse al grito mundial de ‘justicia’ para las familias de los normalistas.

No obstante, subrayó, que con la tragedia de los 43 se ha encontrado que la muerte y desaparición de las personas era un sistema utilizado por el gobierno para callar a las personas consideradas incomodas y que hasta la fecha se sigue utilizando.

“Vivimos un momento donde un estado completamente ya corrupto y podrido está destruyendo a su pueblo. Los está asesinando y los está desapareciendo”, dijo Muñoz, quien subrayó que mientras no se encuentren los cuerpos de los normalistas se tiene la esperanza de encontrarlos con vida.

En la marcha también participó Rubén Ruiz Vega, un veterano que fue mandado en tres ocasiones a Irak y una a Afganistán, pero a su regreso fue testigo de la deportación de su hermano y decidió irse a vivir a Tijuana.

Ahora Ruiz, con su fiel escudero ‘Tocayo’, un burro que utiliza para llamar la atención en su movimiento de unidad, cruzará Estados Unidos para hablar con la gente y ver de qué forma pueden ser más efectivos en los cambios que necesita México.

“Un pueblo unido y organizado es lo que nos dará resultado para que México viva, porque gritar ‘Viva México cada 15 de septiembre no es suficiente”, expresó.

Ya durante la marcha, Génesis Godínez, caminaba y gritaba, al mismo tiempo que portaba una pancarta del tiro al blanco con la figura del presidente de México.

La activista dijo ser de la organización Unidos por Michoacán USA que busca justicia para los 43 y por todas las personas que el gobierno ha desaparecido y sigue desapareciendo.

Sin embargo, algo que le dolía bastante a Godínez era la apatía de los inmigrantes en Estados Unidos que habían preferido no manifestarse a favor de un crimen ‘que nos duele a todos’.

“No podemos esperar hasta que nos pase a nosotros para apoyar a las familias de las víctimas”, expresó la residente de Los Ángeles. “No necesitamos tener el sentimiento de venganza para exigir justicia. Apóyenos por favor”.

La marcha inició en la avenida Main, frente a la iglesia Nuestra Señora Reina de Los Angeles donde se celebraba una Quinceañera; mientras en el parque de la Placita Olvera, otras decenas de personas simplemente observaban a los manifestantes, quienes una y otras volvían a gritar:

¿Qué queremos? ¡justicia!, ¿Cuándo? ¡hora!

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