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Aumento de prisioneras que se suicidan; exponen las razones

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El incremento de prisioneras que se suicidan en California, reveló auditoría, se debe al fracaso del Departamento de Correcciones de California en evaluar y otorgarles el tratamiento adecuado de salud que necesitan.

El informe que fue solicitado por un comité legislativo, expone que las prisiones estatales no cumplen sus propias políticas de prevención, fallan en desarrollar planes adecuados para ciertas presidiarias, y ni siquiera saben justificar los casos de suicidio y encima existe escaso personal de salud mental.

Actualmente, la cifra promedio de suicidios en las prisiones de la nación es de los 15 casos por cada 100 mil presidiarias, en comparación con 22 por cada 100 mil en California.

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Entre el 2014 y 2016, las mujeres dentro del sistema de prisión de California representaron el 4 por ciento de la población carcelaria. Sin embargo, formaron el 11 por ciento de los suicidios dentro de este sector, señala el informe.

“Es fundamental que los reclusos de nuestro sistema carcelario no vean el suicidio como una opción viable y que las prisiones estatales les proporcionen la atención de salud mental necesaria y otros sistemas de apoyo para mejorar su salud y bienestar”, señala la senadora Connie Leyva, D -Chino, quien solicitó la auditoría.

Aparte de la falta de atención, el reporte apunta que a finales del 2012 el Departamento de Correcciones falló en transferir adecuadamente a unas 400 presidiarias del Centro de Detenciones Chowchilla a la prisión California Institution for Women, en San Bernardino. Esta acción, asegura el informe, incluyó presas peligrosas y aumentó el abuso de drogas.

En un ejemplo, la auditoria expone que seis de unas siete mujeres que se han suicidado desde el 2013, se encontraban detenidas en California Institution for Women.

El personal de la prisión no tomó precauciones especiales cuando mezclaron a los dos grupos. El número de intentos de suicidio registrados aumentó de 18 casos en el 2012 a 49 el año pasado, según la auditoría.

Aunado a este problema, casi una tercera parte de las posiciones para trabajar como psiquiatra en las prisiones estatales, están vacantes, asegura el informe.

“Cuando las cárceles no mantienen un personal adecuado de salud mental, su capacidad para proporcionar atención de salud mental de calidad a los presos puede sufrir”, apunta el informe.

El Secretario de Servicios Penitenciarios, Scott Kernan, responde a la auditoría que el departamento está desarrollando programas especiales de abuso de sustancias y violencia doméstica para mujeres reclusas.

Los auditores recomiendan que el departamento de correcciones aumente su entrenamiento de prevención del suicidio. Los auditores también sugieren que la legislatura requiera que el departamento emita informes anuales sobre sus esfuerzos de prevención del suicidio.

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