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Aumentan las muertes de reos en las cárceles de Los Ángeles

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A pesar de que las balaceras entre los agentes del Sheriff de Los Ángeles y los residentes han disminuido en lo que va del año, las muertes de reclusos están aumentando, sostiene un informe trimestral de la Junta de Supervisores.

Ante la noticia, activistas prometen no descansar hasta tener las cuentas claras en cada caso.

Según el reporte, entre enero y marzo, la Oficina del Inspector General del condado reporta un total de 11 investigaciones de tiroteos donde los agentes estuvieron involucrados y mismos casos donde resultaron dos muertes de residentes. En comparación, el año pasado en la misma fecha ya había 23 casos reportados.

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No obstante, la oficina reporta 10 muertes de reclusos, entre ellos un suicidio y varias personas que fallecieron en su camino al hospital.

Para Elizabeth Cornejo, integrante de la organización Dignity and Power Now, que lucha en contra de la brutalidad policial, la cifra es inconcebible.

“Estamos hablando de aproximadamente tres muertes cada mes en las cárceles del condado. Exigimos saber qué está ocurriendo con los reos, ya que son humanos, muchos de ellos padres y madres de familia que no tuvieron los recursos para salir adelante en la vida y terminaron orillados a tomar decisiones equivocadas”, dice Cornejo.

De acuerdo al reporte, cinco de los presos fallecidos estaban alojados en la cárcel de las Torres Gemelas, otros en la Cárcel Central de Hombres, uno en el North County Correctional Facility y uno en Century Regional Detention Facility.

Por su parte, Andrés Cervantes, miembro de The Vermont Manchester Colaborative, en Los Ángeles, pregunta “cuál es el próximo paso de los supervisores para evitar este número de muertes”.

“Anteriormente se le culpó a la pandilla del ex jefe de Sheriff Lee Baca sobre el abuso sexual, y las nuevas autoridades prometieron un cambio. Queremos ver ese cambio, queremos que alguien nos dé la cara y se responsabilice de las muertes”, sostiene Cervantes.

Ante las cifras, el supervisor Mark Ridley-Thomas se reserva a comentar que el informe es proactivo. Aunque asevera que en los próximos días va a presentar una moción que le pide al Departamento del Sheriff medir el progreso en la formación de agentes, en particular en cuestiones relacionadas a la competencia cultural.

“Los departamentos del condado tienen entrenamientos obligatorios sobre estos temas, pero no hay manera de evaluar la efectividad de este entrenamiento”, dice el supervisor. “Si realmente queremos mejorar el departamento, tenemos que enfrentar estos problemas”, agrega.

Los supervisores del condado de Los Ángeles no solo enfrentan el problema de las muertes, sino también el aumento de la brutalidad policial dentro de las mismas cárceles.

Por ejemplo, en el 2012 se reportaban 473 incidentes mientras en el 2016 el número de quejas se elevó a 1,833 casos. Así también, En lo que va del año, se han producido 327 incidentes de uso de la fuerza con reclusos.

En justificación al aumento, la asistente del Sheriff del condado de Los Ángeles, Kelly Harrington, dice que los asaltos entre los reclusos se debieron en parte a la implementación de la Ley AB109, que entró en vigencia en 2012. La ley realineó el sobrecargado sistema estatal, por lo que había más internos violentos en las cárceles como resultado.

Pero no solo aumentó la brutalidad de los agentes contra los reos sino también el número de agresiones contra los agentes y la violencia entre reclusos.

El año pasado, la Junta de Supervisores aprobó la creación de una comisión civil para impulsar reformas dentro del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles y este año empezó a funcionar, pero las autoridades dijeron que hasta el momento el equipo es muy nuevo para rendir su propios resultados.

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