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Acusan al ayuntamiento de L.A. de violar libertad de expresión para activistas tras nueva regla

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El Ayuntamiento de Los Ángeles aprueba cambios en las reglas, para acabar con las personas que interrumpen repetidamente las reuniones del concejo o comité.

De ahora en adelante, se les prohíbe a los interruptores asistir a los foros o juntas, va a depender del número de veces que se involucren cuando los políticos estén en sesión.

Los críticos, incluida la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) no se hicieron esperar para criticar los cambios, que requerían un voto de dos tercios, como una posible infracción sobre los derechos de libre expresión.

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Las nuevas reglas, que entrarán en vigencia el 1 de enero, prohibirán a los miembros del público de asistir a un cierto número de reuniones en función de la frecuencia de sus expulsiones, explican documentos de la ciudad.

Un puñado de personas son expulsadas rutinariamente del consejo o las reuniones de diferentes comités por violar las reglas, incluso gritar o ser disruptivo cuando no es su turno de hablar, alega la presentación para los cambios.

Las reglas actuales del concejo permiten que alguien sea expulsado por interrumpir, pero solo a partir de esa reunión específica, y no de continuas y diferentes reuniones.

Bajo las nuevas reglas, si alguien es expulsado de una reunión más de una vez en un día o el siguiente día hábil, la persona será excluida de asistir a todos los concejos y reuniones del comité por el resto de ese día.

Si esa persona sigue regresando y es expulsada dentro de una cierta cantidad de días, la exclusión puede continuar aumentando hasta seis días hábiles.

Este paso es el último desarrollo donde algunas personas llegan para hacer comentarios racistas, sexistas o vulgares. Los delincuentes a menudo son expulsados de las reuniones, por no dejar de hablar después de su tiempo asignado.

En discusiones anteriores durante las sesiones del Ayuntamiento, los miembros se han preocupado por cómo manejar las interrupciones, mientras se adhiere a las leyes de reuniones abiertas, incluyendo la Ley de Brown.

“El punto general es que somos sensibles a los derechos de las personas sobre la Primera Enmieda, y la libertad de expresión, pero no se trata de eso”, dijo Rick Coca, un portavoz del concejal José Huizar.

“Todo el mundo tiene derecho a decir lo que quiere decir. Se trata de que se crea caos en una reunión de un organismo gubernamental, y está afectando capacidad del concejo de abordar temas”, agrega.

La Coalición de Espionaje Stop LAPD, cuyos miembros son críticos frecuentes de políticas de la ciudad, argumenta que las nuevas reglas podrían usarse para aplastar la libertad de expresión.

“Ni siquiera tienen el descaro de reconocer que hay dignidad en ira, hay dignidad en protesta”, dice Hamid Khan.

David Galindo, miembro de la Red para Detener la Encarcelación, rechaza la moción.

“Los políticos no pueden abusar de su poder para… Es necesario escuchar lo que la comunidad tiene que decir aunque a veces no les guste. Para eso fueron elegidos”, dice Galindo.

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