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UCLA honró a gimnastas que acusaron al doctor Larry Nassar de agresión sexual

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Las historias de abuso sexual a manos de Larry Nassar, el exmédico del equipo olímpico, repercutieron en todos los niveles del atletismo estadounidense, incluyendo la gimnasia femenina de la UCLA.

Cuatro mujeres afiliadas al programa de la universidad acusaron públicamente a Nassar de abuso sexual: las medallistas olímpicas Jordyn Wieber y Jamie Dantzscher, y las competidoras del equipo nacional Jeanette Antolin y Mattie Larson.

Para honrar a esas mujeres y otras sobrevivientes de agresiones sexuales, la UCLA hizó un tributo público el domingo en Pauley Pavilion, después de un encuentro contra la Universidad de Oklahoma. Gimnastas de ambos equipos participaron.

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“Estos son dos de los mejores equipos del país, que se unen para mostrar su apoyo y para evidenciar que podemos ser más fuertes juntos”, expresó Liza David, portavoz de atletismo de la UCLA. “Tantas atletas se han visto afectadas”.

El encuentro del domingo fue el primero deUCLA en Los Ángeles desde la sentencia de Nassar, quien recibió entre 40 y 175 años de prisión. Durante años, el exmédico atendió a gimnastas y atletas en calidad oficial para USA Gymnastics, la Universidad Estatal de Michigan State y un club privado de gimnasia.

Más de 150 mujeres y niñas, entre ellas Dantzscher, Wieber, Larson y Antolin, se enfrentaron a Nassar en su audiencia, llevada a cabo en Michigan, para acusarlo de abuso. Adultas y menores de edad de todos los equipos olímpicos de los Estados Unidos entre 1996 y 2016 declararon en documentos judiciales y públicamente que Nassar abusó de ellas.

Larson ganó tres medallas en los Campeonatos Nacionales de Gimnasia de los Estados Unidos en 2010, y luego compitió para la UCLA. En la audiencia de Nassar, declaró que éste comenzó a abusar sexualmente de ella cuando tenía 14 años. “Larry, tú eras el único en quien confiaba”, afirmó. “Al final, resultaste ser el monstruo más aterrador de todos”.

Larson relató que, durante su adolescencia se lastimaba a sí misma para evitar regresar al Károlyi Ranch, el extenso complejo de entrenamiento situado al norte de Houston, donde las mejores gimnastas femeninas del país entrenaban con Bela y Martha Károlyi, exentrenadores de los Juegos Olímpicos de los Estados Unidos.

Durante un baño, ella salpicó agua en el piso y se golpeó la cabeza contra la pared. Sus padres la llevaron de urgencia al hospital, temiendo que tuviera una conmoción cerebral.

Denunciar el abuso de Nassar, dijo, “no era una opción para mí. No sabía que podía hacerlo. No tenía voz... El abuso había durado tanto tiempo. Yo era la sombra de una niña. Estaba vacía”.

Wieber, medallista de oro olímpico en 2012, se graduó el año pasado de la UCLA y se desempeña como entrenadora asistente voluntaria en el equipo. En una declaración, manifestó: “Aunque soy una víctima, no viviré como tal”.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí

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