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Matrículas consulares ahora el centro de ataque de anti-inmigrantes

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Un grupo de padres de familia están demandando al estado de Texas por negarles el derecho a obtener actas de nacimiento de sus hijos, el argumento esgrimido por las autoridades es que la matrícula consular es difícil de verificar y tiene riesgo de ser falsificada.

Los demandantes son migrantes indocumentados oriundos de México, Guatemala y Honduras, todos utilizaron la matrícula para realizar el trámite; por lo tanto, se ven imposibilitados de que sus hijos sean reconocidos como estadounidenses.

Con los discursos anti-inmigrantes pronunciados por el candidato republicano Donald Trump, defensores de derechos humanos e investigadores consideran que en algunos estados están aprovechando la coyuntura electoral para atacar las matrículas, uno de los documentos más populares entre los migrantes mexicanos.

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“Es un ataque más a la comunidad inmigrante, lo reprobamos totalmente; por esa razón consideramos que se deben frenar estas iniciativas y nada puede ser más elocuente que con nuestro voto”, asegura Francisco Moreno, director de comunidades del Consejo de Federaciones Mexicanas.

Trump ha posicionado el término ‘bebés ancla’, con el que se estigmatiza a los indocumentados como que viniesen a este país sólo a engendrar hijos, y por lo tanto los ultraconservadores plantean que debería negarse el derecho a la ciudadanía estadounidense a estos niños y niñas.

Raúl Hinojosa, profesor del Departamento de Estudios Chicanos de UCLA, señala que no es justificado ni válido que se utilice el argumento de las matrículas consulares para negar la ciudadanía a los hijos de los migrantes en Texas.

A juicio del académico, la enmienda 14 de la Constitución de Estados Unidos establece claramente que toda persona nacida en este territorio tiene derecho a esta ciudadanía, la cual se logró después de la Guerra Civil en 1868.

“Es una medida politizada”, afirma Hinojosa. “No me sorprende este tipo de argumentos, es un ejemplo del peligro que representa Donald Trump, porque lo que dice tiene un efecto muy negativo, aunque sea algo que viole la Constitución”.

Con las matrículas consulares el portador puede demostrar su nacionalidad y domicilio fuera de su lugar de origen; las autoridades consulares, por su parte, explican que estos documentos contienen las medidas de seguridad fundamentales.

“Hemos avanzado sistemáticamente dándole más de 25 medidas de seguridad, tiene un chip electrónico y símbolos que en algunos casos sólo se pueden ver con rayos infrarrojos”, destaca Carlos Sada, cónsul de México en L.A.

Agrega el funcionario que además es reconocida por el gobierno federal, en trámites como el programa de Acción Diferida; y en California es aceptada por el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) y en muchas agencias privadas.

El cónsul de Guatemala en Los Ángeles, Francisco Cuevas se muestra sorprendido porque cree que las autoridades estatales pueden contactar a la oficina local para confrontar si el portador de la identificación es el que dice ser.

“Siempre hay organizaciones criminales que tratan de falsificar el documento, por esa razón tiene códigos de barra y nomenclatura nueva que se incorporó para que sea una tarjeta más completa”, advierte Cuevas.

El Centro Pew, en una encuesta realizada en mayo pasado, reveló que el 51% de los estadounidenses consultados manifestaron que los migrantes fortalecen a la nación, mientras que el 41% los ven como una carga.

Al desglosar las opiniones negativas, dicho informe detalla que el 63% de los republicanos son los que coinciden con esa postura, mientras que del lado demócrata sólo es el 32%.

“Los adversarios de los migrantes están interesados en la auto deportación, no en resolver el problema, por eso quieren hacerle la vida miserable con leyes y medidas como las de Arizona y Texas”, valora Pablo Alvarado, director ejecutivo de la Red Nacional de Jornaleros.

“Mientras la ola anti-inmigrante aumenta, las expectativas de que se logre una reforma migratoria disminuye; en ese sentido, los demócratas tienen que ser un poco diferentes para que los veamos como nuestros aliados”, agrega Alvarado.

En California las matrículas consulares son documentos que no están en discusión; además, en los últimos años, se han aprobado leyes que convierten al Estado Dorado en un lugar amigable para el migrante; no obstante, a nivel federal el debate no está definido.

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