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Incrementan en forma ‘dramática’ los crímenes de odio en el 2015 en Los Ángeles

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Los crímenes de odio en el condado de Los Ángeles presentaron “un dramático aumento” del 24 % en 2015, según un informe que se da a conocer hoy y que recoge la información de más de 100 agencias de control de la ley de la región.

El Reporte Anual de Crímenes de Odio, elaborado por la Comisión de Relaciones Humanas del Condado Los Ángeles (LACCHR), indicó que en el 2015 se denunciaron 483 delitos de este tipo en comparación con los 390 declarados en 2014.

“Todos debemos estar preocupados por el incremento en los crímenes de odio en nuestro condado”, señaló hoy Robin Toma, director ejecutivo de LACCHR al presentar el análisis.

Toma insistió en que “24 % es un gran salto”, especialmente después de presentarse “una tendencia a la disminución durante varios años”.

De acuerdo con el informe, en 2015 se denunciaron 241 delitos de odio motivados por raza o nacionalidad, 120 por orientación sexual, 99 por religión, 22 por género y uno por discapacidad.

El reporte muestra un marcado contraste con las cifras de 2014 cuando los crímenes de odio en el condado llegaron al segundo nivel más bajo de los últimos 25 años.

La rivalidad entre pandillas latinas y afroamericanas sigue siendo factor importante en la ocurrencia de los delitos de odio racial.

De los 241 delitos centrados en la raza, 58 % fueron directamente contra afroamericanos y, según señala el reporte, “un gran número de esas ofensas fueron cometidas por pandilleros latinos”.

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Aunque el informe destaca que la gran mayoría de afroamericanos y latinos en el condado Los Ángeles “coexisten pacíficamente y no forman parte de un conflicto racial en progreso”, muchos de los crímenes de odio por raza surgen mutuamente entre latinos y afroamericanos.

La tendencia de crímenes de odio entre estos dos grupos es particularmente notable “en vecindarios que han visto cambios rápidos en sus composiciones demográficas”, pasando de ser de mayoría negra a mayoría latina.

En los casos motivados por la orientación sexual, los delitos violentos también mostraron un importante incremento con un 84 % de los 120 delitos denunciados, el nivel más alto de los últimos 12 años según el informe.

Toma destacó hoy que el informe sólo refleja parte de la realidad pues la mayoría de estos delitos, “nunca son reportados o clasificados como crímenes de odio”.

Con respecto a los crímenes causados por la religión, se presentó un aumento significativo de 38 % en los incidentes contra los musulmanes, especialmente luego de los ataques terroristas en París y San Bernardino.

En 2015 hubo 19 delitos de odio contra los musulmanes comparados con los 3 ocurridos en 2014.

El reporte destacó que el incremento en los delitos de odio violentos coincide con un aumento general de los crímenes violentos en el condado en 2015.

Un informe del Departamento de Policía de Los Ángeles señaló un aumento del 20 % en los crímenes violentos el año pasado mientras el Departamento del Alguacil del condado indicó asimismo un incremento del 7 % en esos delitos.

El número más alto de todos los delitos de odio registrados en el condado desde el 2000 se presentó en 2001 con 1.031 casos denunciados.

Un análisis presentado en julio por la Fiscalía de California encontró que los delitos de odio contra los hispanos en el estado aumentaron un 35 % en 2015 con 81 casos denunciados en comparación con los 60 denuncias en 2014.

No obstante, los delitos de odio en general en California en ese año aumentaron sólo 10 %.

Debido a estos aumentos se anunció esta semana una iniciativa en Los Ángeles que busca establecer la relación entre amenazas racistas en las redes sociales y los delitos violentos.

Un grupo de investigadores de la universidad británica Cardiff estará monitoreando durante los próximos tres años los mensajes antiracistas en las redes sociales para luego compararlos con los registros de delitos violentos.

Investigaciones previas de la universidad en el Reino Unido encontraron que los datos de Twitter pueden ser utilizados para determinar las áreas donde ocurre el discurso de odio, pero no donde se ha cometido el delito.

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