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Héroes y padres: Escogen diferentes caminos pero todos llevan al amor y la responsabilidad

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Para ser un súper héroe y ayudar a toda una comunidad vulnerable, Oscar Madrigal no necesita adherirse a la pared como el Hombre Araña o volar como Superman.

De hecho, sus únicos poderes son tener la pasión para servir a los niños con discapacidades y ser un padre responsable con sus dos hijos de siete y nueve años de edad, quienes sufren de autismo.

Por supuesto, Madrigal no se siente como un héroe sino como la voz de los que no pueden expresarse. Cuando el nativo de Watts recibió el diagnóstico de sus dos hijos, su primera reaccion fue ser proactivo: se empapó del tema y empezó a llevar a los menores a las terapias requeridas.

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“Aunque en estos lugares, se ve mucho más la participación de las madres, especialmente dentro de la comunidad latina, yo quise estar involucrado para darle una mejor calidad de vida a mis niños”, dice el activista.

Poco tiempo después, su misión ya no era individual sino pública. Madrigal se involucró en diferentes organizaciones sin fines de lucro en las que reconoció la falta de servicios para los niños con necesidades especiales, la falta de educación del público para tratar a los menores y las barreras linguísticas y culturales, que en muchas ocasiones estigmatiza las afecciones de los niños y hace que los padres de familia los escondan o se avergüencen de su condición.

“Me gustó ser voluntario porque pude ver que yo puedo hacer un cambio directo en la calidad de vida de muchos en un espacio comunitario de forma pequeña”, dice Madrigal.

Actualmente, el padre de 39 años de edad, funge como presidente de Zip Zap Zop Enrichment, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo seminarios de actuación improvisada y escritura creativa para niños con autismo y otras discapacidades. La meta es ayudarlos a mejorar sus habilidades de comunicación y desencadenar su potencial creativo al tiempo de que disfrutan de un rato agradable.

“La organización fue fundada por mi colega Maja Miletich, cuyo hermano tiene autismo. Maja estudió actuación y se dio cuenta del potencial de improvisación de los niños autistas”, dice Madrigal, quien también es miembro de Special Needs Network y Miracle League L.A.

La experiencia de Madrigal ha sido publicada en revistas literarias, periódicos universitarios e informes técnicos.

“Decir que soy héroe… No lo soy. Me veo más como un apoyo a la comunidad y la voz de mis hijos. No critico a los padres que no se involucran en la vida de sus niños, todos llevamos diferentes rumbos en la vida. Yo me he dado a la tarea de ser responsable no solo con mis hijos sino también con la comunidad”, dice Madrigal, quien es maestro de niños con discapacidades en el sur de Los Ángeles.

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