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Lo que les dirán a sus estudiantes acerca de los nuevos niños de Porter Ranch

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Los maestros de Northridge Middle School están seguros de que sus estudiantes tendrán preguntas acerca de los 1,100 nuevos niños que llegaron a su campus este martes.

Hay alrededor de 800 estudiantes en Northridge Middle School, y con los estudiantes de Porter Ranch Community School se va a incrementar el número desde el jardín de infantes hasta los estudiantes de octavo grado, los estudiantes están siendo trasladados debido a la fuga de gas en Aliso Canyon.

Todo el plantel recibió una manita de gato en preparación para los nuevos estudiantes, pero muchos de los que provienen de Porter Ranch estará en nuevos salones portátiles, a los que llaman bungalows.

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Phyliss Molo, una maestra de matemáticas y ciencia de sexto grado en Northridge, no quiere que sus estudiantes “se sientan abandonados”, al ver las mejoras.

Molo planea dejar utilizar un poco del tiempo de clase para preguntar a los estudiantes sobre lo que han escuchado, y lo que piensan de la nueva situación. “Y entonces vamos a tener una discusión al respecto”, dijo. Molo planea decirles que traten a los nuevos estudiantes como visitantes - los visitantes podrían estar en la escuela alrededor de unos pocos meses o todo un semestre, pero hay que respetarlos.

Molo notó que habían pintado la puerta de afuera, y que había algunas nuevas plantas en todo el campus. Pero la parte sur de la escuela que ha sido cercada para los estudiantes de Porter Ranch Community School, está lleno de s bungalows nuevos color café y plantas en macetas, las cosas se ven diferentes.

Los aros de baloncesto que usan los estudiantes en Northridge Middle School están viejos por el uso, tienen tableros blancos, con redes de cadena, algunos se están cayendo de los aros. Las líneas en la cancha ya se desvanecieron. En la zona de Porter Ranch, los aros de baloncesto son azules y pintaron los tableros y las redes de malla blanca son tan nuevas que parecen uno solo.

Es posible que el distrito tenga planes para reemplazar los viejos aros, dijo Molo, y que su escuela y su aula sean remodelados - la pintura verde azulado que parece fresca en sus armarios y estanterías, ella tiene un Smart Board interactivo entre sus dos pizarras, y para preparar la clase del martes, de su gabinete sacó una computadora de escritorio Mac.

Pero Molo tiene miedo de que sus alumnos, muchos de los cuales provienen de familias de clase trabajadora en contraste con los de familias de mayores ingresos de Porter Ranch, vean estas nuevas instalaciones y piensen que son menos que sus compañeros.

“Que impidió que el distrito hiciera mejoras a la escuela antes de que llegaran los niños de Porter Ranch?”, dijo Molo.

Un elemento que Molo piensa que va a unificar a los dos campus y a sus estudiantes son los uniformes – los estudiantes de ambas escuelas usan uniformes del mismo color.

Los chicos reciben el impacto de las nuevas situaciones con rapidez, agregó. Van a hacer amigos en un día.

La maestra de sexto grado de educación especial Ana Ontiveros anticipa las preguntas que ella recibirá de sus estudiantes. Al igual que Molo, va a utilizar algo de tiempo al inicio de la clase para que sus estudiantes pregunten lo que quieran.

Ontiveros piensa que sus estudiantes le preguntaran quiénes son los nuevos niños, por qué están en el campus y por cuánto tiempo se quedarán. Ella va a responder esas preguntas y permitirá cualquier otra, pero no quiere ocupar más de cinco a 10 minutos hablando sobre el tema.

Ella también va a señalar que estos nuevos estudiantes son de una escuela diferente, pero que no viven tan lejos, y que probablemente tienen los mismos intereses, dijo Ontiveros.

“Creo que vamos a mezclar dos grupos diferentes de niños a partir de dos niveles socioeconómicos diferentes, lo cual es genial”, dijo Ontiveros.

Ella también es madre de familia. Su hijo de octavo grado asiste Northridge Middle, y tiene amigos de la iglesia que asisten a Porter Ranch Community School. El estudiante está emocionado de ver a sus amigos, dijo, y cree que está obligado a hacer otros nuevos.

Como padre, su mayor preocupación es el tráfico, que actualmente ya está mal por las mañanas, dijo.

Algunos profesores podrían necesitar un enfoque más específico. Rosa Varelo enseña a los estudiantes con autismo avanzado en Northridge Middle School, y dijo que algunos de ellos podrían sentirse abrumados con todos los nuevos estudiantes.

Varelo planea explicarles que va a haber más estudiantes en el campus, y que pueden verse afectados cuando están fuera del salón de clases. “Puede ser mucha información”, dijo Varelo.

Ella no tiene previsto dar más detalles sobre la fuga de gas, dijo - que podría darles miedo pensar en que está cerca.

Twitter: @Sonali_Kohli

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

Traducción: Diana Cervantes

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