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Descubrimiento abre la puerta a la morfina y a los analgésicos caseros

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Los científicos descubrieron todos los pasos para hacer morfina y analgésicos similares sin utilizar amapolas de opio, lo que abre la puerta a drogas caseras y a la posibilidad de un mayor consumo.

Aunque aún no se ha reportado a nadie haciendo morfina de cero en un laboratorio, algunos expertos piden regulaciones para evitar productores de garaje de morfina, la cual puede convertirse en heroína.

La sociedad debe “pensarlo bien ahora, antes de que se vuelva realidad”, dijo el bioingeniero John Dueber, de la Universidad de California, campus Berkeley, quien dirigió al equipo que descubrió el eslabón faltante del proceso.

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La morfina, derivada del opio obtenido de la amapola, se usa con frecuencia en pacientes sometidos a cirugía para aliviar el dolor.

Durante la última década, varios grupos de investigadores alteraron el ADN de la levadura para emular a la amapola con la esperanza de crear analgésicos más baratos y menos adictivos. Hasta ahora, sólo podían realizar los últimos pasos de un largo proceso.

Un equipo liderado por investigadores de UC Berkeley descubrió la pieza faltante -el primer paso en el proceso- y publicaron sus hallazgos el lunes en la revista Nature Chemical Biology.

La levadura genéticamente modificada pudo convertir azúcar en una sustancia química precursora de la morfina. Aunque los ingenieros no produjeron la droga en el laboratorio, su trabajo pone los cimientos para la elaboración de narcóticos caseros sin amapolas.

Los expertos dicen que es muy complicado que la gente haga morfina casera porque el proceso es ineficiente. Incluso los científicos están a años de producir morfina suficientemente fuerte para tratar el dolor.

Pero con avances en la tecnología, algunos comentan que llegará el momento en que hacer morfina sea tan fácil como hacer cerveza.

En un comentario publicado en la revista Nature, un grupo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y de la Universidad de Alberta, en Canadá, pidieron que la levadura genéticamente modificada sea limitada a instalaciones con licencia para que no caiga en manos equivocadas. También piden que su distribución sea ilegal.

Es el momento de actuar porque “no querrás hacerlo después. No puedes hacerlo después”, dijo Kenneth Oye, autor principal del comentario, en una entrevista telefónica.

Otros dicen que se requiere más discusión para determinar qué regulaciones deben entrar.

“Aunque hay riesgos por no actuar rápidamente en el cambio de regulaciones durante los primeros desarrollos técnicos, también hay riesgos de resolver apresuradamente los problemas equivocados”, dijo en una declaración Megan Palmer, de la Universidad Stanford.

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