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La población civil es la principal víctima de la violencia en Irak

Hala Hussein, de 9 años, perdió su pierna cuando extremistas del Estado Islámico bombardearon su vecindario en el norte de Ramadi, observa algo afuera de la tienda de su familia en un campamento establecido para refugiados desplazados en Habaniya, a 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Bagdad, Irak.

Hala Hussein, de 9 años, perdió su pierna cuando extremistas del Estado Islámico bombardearon su vecindario en el norte de Ramadi, observa algo afuera de la tienda de su familia en un campamento establecido para refugiados desplazados en Habaniya, a 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Bagdad, Irak.

(Uncredited / AP)
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Un total de 1,031 iraquíes murieron y 1,684 resultaron heridos en actos de terrorismo, violencia y conflicto armado que afectaron sobre todo a civiles durante el pasado mes de mayo, informó la misión de Naciones Unidas en Irak, UNAMI.

En su informe mensual, la representación de la ONU detalló que 665 de los muertos y 1,313 de los heridos eran civiles.

Además, otros 366 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes -policías, soldados, efectivos kurdos “peshmergas” y milicianos progubernamentales- fallecieron y 371 resultaron lesionados.

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Bagdad fue la provincia más afectada, donde perecieron 343 civiles y otros 701 fueron heridos.

Asimismo, la nota informa de que, según informaciones obtenidas por la UNAMI del departamento de Sanidad de la provincia de Al Anbar (oeste), en esa provincia perecieron 102 civiles y 481 sufrieron heridas.

“Los actuales acontecimientos en y alrededor de la ciudad de Ramadi (capital de Al Anbar) muestran una vez más las consecuencias de los actos del (grupo terrorista) Estado Islámico (EI) para los civiles”, señala en el informe el representante de la ONU para Irak, Jan Kubis.

El diplomático añade que 237,786 civiles se vieron obligados a abandonar sus casas y huir hacia otras partes dentro y fuera de la provincia de Al Anbar.

Además, Kubis subraya que una solución militar por sí sola no será suficiente para derrotar al EI.

“Para que las victorias militares sean sostenibles, el Gobierno iraquí debe adoptar medidas que generen confianza en las comunidades afectadas, permitiéndoles asumir parte de la administración de sus asuntos, garantizarles su protección y justicia, y crear las condiciones para su participación en la sociedad”, añadió Kubis.

La UNAMI agrega que las cifras de la provincia de Al Anbar podrían no reflejar el número real de víctimas, debido a la gran volatilidad de la situación y la alteración de los servicios, por lo que, en algunos casos, solo pudo verificar los incidentes de manera parcial.

La nota también apunta que la cifra de víctimas probablemente sea superior por las dificultades para verificar todos los fallecimientos, como por ejemplo aquellos causados por la falta de alimentos, agua y medicamentos.

Irak afronta desde junio pasado una cruenta guerra contra el EI, que conquistó ese mes amplias zonas del territorio y proclamó un califato en este país y en la vecina Siria.

Las fuerzas iraquíes y las milicias chiíes lanzaron recientemente una ofensiva en Al Anbar, cuyo principal objetivo es recuperar la capital, Ramadi, arrebatada al Ejército por los yihadistas el pasado 17 de mayo en una operación relámpago que forzó la huida precipitada de los soldados iraquíes.

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