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Trabajadora de prisión es acusada de ayudar fuga

Esta foto del 12 de junio del 2015 suministrada por la policía del estado de Nueva York muestra a Joyce Mitchell, de ayudar a los asesinos convictos Richard Matt y David Sweat a escaparse de la cárcel de Clinton cerca de la frontera canadiense el 6 de junio del 2015. (New York State Police via AP)

Esta foto del 12 de junio del 2015 suministrada por la policía del estado de Nueva York muestra a Joyce Mitchell, de ayudar a los asesinos convictos Richard Matt y David Sweat a escaparse de la cárcel de Clinton cerca de la frontera canadiense el 6 de junio del 2015. (New York State Police via AP)

(Uncredited / AP)
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Una mujer acusada de ayudar al escape de dos asesinos convictos de una cárcel de máxima seguridad en el norte del estado de Nueva York compareció ante un tribunal el lunes, mientras proseguía la búsqueda de los fugados por décimo día.

Los fiscales dicen que Joyce Mitchell, una instructora de sastrería de la prisión que trabó amistad con los presos, había accedido a conducir un vehículo en cuanto se fugasen pero que se arrepintió porque todavía amaba a su marido y se sentía culpable por participar.

Se le acusa de ayudar a Richard Matt y David Sweat a escaparse de la cárcel de Clinton cerca de la frontera canadiense el 6 de junio.

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Mitchell compareció el lunes en Plattsbugh por segunda vez ante un tribunal. El caso pasa ahora a un tribunal del condado.

“Básicamente, cuando llegó el momento, creo que se arrepintió y se dio cuenta de lo que estaba haciendo”, afirmó el domingo el fiscal Andrew Wylie.

Wylie dijo que no había pruebas de que los dos tuviesen un plan alternativo después que Mitchell se arrepintió, ni se ha reportado el robo de ningún vehículo en el área. Eso llevó a los investigadores a suponer que los prófugos siguen en las inmediaciones de la prisión de máxima seguridad de Dannemora. Pero el gobernador Andrew Cuomo advirtió que no se descarta que puedan estar en México, donde uno de los dos fugados escapó después de matar a su exjefe a fines de los años 90.

Mitchell, de 51 años, fue acusada el viernes de suministrar herramientas a los prófugos. Se declaró inocente por medio de su abogado. Está suspendida sin paga de su empleo por el que percibía 57.000 dólares anuales como supervisora de los trabajos de sastrería y reparación de máquinas de coser.

Sweat, de 35 años, cumplía una sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de un policía. Matt, de 48, cumplía una sentencia de 25 años a prisión perpetua por el secuestro, tortura, asesinato y descuartizamiento de su exjefe en 1997.

Más de 800 policías rastrearon el lugar durante el fin de semana.

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