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Sentencian a 10 años a defraudador de cajeros automáticos

Esta foto muestra una tarjeta de crédito con chip en Filadelfia. Los bancos estadounidenses, cansados de gastarse miles de millones de dólares cada año para rembolsar a consumidores defraudados, están en proceso de retirar decenas de millones de tarjetas de crédito y débito con tradicionales cintas magnéticas y remplazarlas con nuevas tarjetas que están equipadas con un chip de computadora que almacena la información de la cuenta de forma más segura.

Esta foto muestra una tarjeta de crédito con chip en Filadelfia. Los bancos estadounidenses, cansados de gastarse miles de millones de dólares cada año para rembolsar a consumidores defraudados, están en proceso de retirar decenas de millones de tarjetas de crédito y débito con tradicionales cintas magnéticas y remplazarlas con nuevas tarjetas que están equipadas con un chip de computadora que almacena la información de la cuenta de forma más segura.

(Matt Rourke / AP)
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Un ciudadano rumano que encabezó un ardid en que utilizaba lectores de tarjetas para obtener información bancaria a través de cajeros automáticos y robar millones de dólares fue sentenciado el martes a 10 años de prisión.

Marius Vintila además debe pagar aproximadamente 7,5 millones de dólares en restitución, según la sentencia impuesta por el juez federal de distrito William Martini. Vintila se había declarado culpable de asociación delictuosa para cometer fraude bancario y del cargo de robo de identidad agravado.

Los fiscales dijeron que Vintila encabezó un grupo que utilizó la información robada para crear tarjetas de débito falsas y retirar más de cinco millones de dólares de cuentas bancarias de clientes.

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Vintila, de 32 años, estuvo entre 16 personas acusadas en el fraude, muchas de ellas ciudadanos rumanos residentes en Nueva York. Trece se han declarado culpables o han sido condenados.

Cuando el grupo fue arrestado en el verano de 2013, Vintila huyó del país pero fue arrestado en Suecia pocos meses después y extraditado a Estados Unidos.

Según la oficina del fiscal federal en Newark, el fraude afectó a miles de clientes bancarios en estados entre los que estuvieron Nueva Jersey, Nueva York, Connecticut y Florida. Los delincuentes colocaban un dispositivo lector de tarjetas en cajeros automáticos para robar información de la cuenta, contenida en la banda magnética de cada tarjeta. El grupo utilizó además cámaras pequeñas para grabar los números de identificación personal tecleados por los clientes.

Vintila utilizaba un nombre falso para rentar unidades de almacenamiento donde el grupo guardaba el efectivo, así como para adquirir los dispositivos electrónicos y otros materiales usados en el fraude. Además, presuntamente, proporcionó a miembros del grupo pasaportes y nombres falsos.

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