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Gobernador de Maryland declara estado de emergencia; violencia y saqueos tras funeral de Freddie Grey

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El gobernador de Maryland, Larry Hogan, declaró hoy el estado de emergencia en Baltimore a causa de las violentas protestas desencadenadas en la ciudad tras la muerte de un joven negro que se encontraba bajo custodia policial.

El gobernador republicano dio esa orden a petición expresa de la ciudad, y movilizó a la Guardia Nacional (una fuerza militar de reserva) para “hacer frente a la creciente violencia y agitación” en Baltimore, según indicó en un comunicado.

Al menos siete policías resultaron heridos al enfrentarse cientos de jóvenes con las fuerzas del orden en Baltimore tras el funeral del afroamericano Freddie Grey, muerto el pasado 19 de abril después de sufrir una grave contusión en la espalda mientras era detenido por unos agentes.

Manifestantes saquearon locales y arrojaron ladrillos y piedras contra elementos de la policía de Baltimore, lastimando a varios de ellos, horas después de que miles de personas asistieran el lunes al funeral del hombre que falleció de una severa lesión vertebral mientras estaba bajo custodia policial.

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La Guardia Nacional fue puesta en alerta por el gobernador, los Orioles de Baltimore pospusieron su partido y siete policías resultaron heridos.

Algunos de los oficiales sufrieron fractura de huesos, mientras que uno de ellos perdió el conocimiento, informó el capitán Eric Kowalczyk.

Imágenes de televisión mostraron una patrulla incendiada y varias tiendas siendo saqueadas por pequeños grupos de gente. Algunos oficiales, equipados con casco y escudo, utilizaron gas pimienta en un esfuerzo por contener a los saqueadores.

Un helicóptero sobrevoló la zona mientras grupos de alborotadores recorrían la ciudad. Uno de esos grupos se introdujo en un auto y condujo alrededor de la zona. Algunos oficiales se mantuvieron en formación para contener a los manifestantes.

Los disturbios del lunes son el más reciente incidente provocado tras la misteriosa muerte de Freddie Gray, cuyo fatal encuentro con la policía vino en medio de un debate nacional sobre el uso policiaco de la fuerza, especialmente cuando se trata de sospechosos negros. Gray era afroestadounidense.

La familia de Gray quedó sorprendida por la violencia. Esperaban organizar una marcha pacífica durante la semana, informó el abogado de la familia, Billy Murphy. Dijo desconocer que iba a haber disturbios y solicitó que prevaleciera la calma.

“No quieren que este movimiento nacional se vea ensuciado por la violencia”, comentó. “Eso no tiene sentido”.

La policía pidió a los padres que localicen a sus hijos y los lleven a casa. Muchos de los que se encontraban en las calles parecían de ascendencia negra, portando mochilas y pantalones khaki, que son parte del uniforme de muchas escuelas públicas.

La muerte del joven, de 25 años, ha desencadenado una serie de disturbios en la ciudad del estado de Maryland, que continuaron hoy tras su funeral.

Los manifestantes, que se enfrentaron a la policía con el lanzamiento de piedras y otros objetos, también dañaron y quemaron varios vehículos particulares, así como contenedores de basura.

La policía no ha facilitado el número de detenciones que se practicaron durante las protestas.

Baltimore se ha convertido en el último foco de disturbios protagonizados por la comunidad afroamericana en Estados Unidos, después de varios episodios mortales de violencia policial contra jóvenes negros en el país

El caso de Freddie Grey ha vuelto a reabrir las heridas entre la comunidad afroamericana, que tras la muerte del joven Michael Brown en Ferguson (Misuri) el pasado agosto, reivindica que existe un notorio uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes policiales respecto a la población negra.

El joven afroamericano, de 25 años, sufrió un golpe en la espalda mientras la Policía de Baltimore (Maryland) procedía a su detención el pasado 12 de abril, una situación ante la que Grey solicitó asistencia médica que nunca le fue otorgada durante su traslado al cuartel policial, y una semana después falleció.

Las protestas volvieron a sucederse tras el fallecimiento de Gray, por lo que la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, emitió un “llamado a la paz” después de que este domingo la policía de la ciudad detuviera a 31 adultos y cuatro menores de edad durante las manifestaciones, y seis agentes resultaran heridos.

El funeral, que se celebró en la Nueva Iglesia Bautista Shiloh, con capacidad para 2.200 personas, llenó el templo de amigos, vecinos y representantes políticos para acompañar a la familia de Gray en su último adiós.

Miles de personas despiden en Baltimore al joven afroamericano Freddie Gray

Miles de personas despidieron en Baltimore al joven negro Freddie Gray, fallecido hace dos semanas mientras se encontraba bajo custodia policial, en un nuevo episodio que ha desatado protestas civiles contra el abuso de las fuerzas de seguridad con tintes raciales.

El joven afroamericano, de 25 años, sufrió un golpe en la espalda mientras la Policía de Baltimore (Maryland) procedía a su detención el pasado 12 de abril, una situación ante la que Gray solicitó asistencia médica que nunca le fue otorgada.

Este nuevo caso ha vuelto a reabrir las heridas entre la comunidad afroamericana, quien tras la muerte de Michael Brown en Ferguson (Misuri) el pasado agosto, reivindica que existe un notorio uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes policiales respecto a la población negra.

Las protestas volvieron a sucederse tras el fallecimiento de Gray, por lo que la alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings-Blake, emitió un “llamado a la paz” después de que este domingo la policía de la ciudad detuviera a 31 adultos y cuatro menores de edad durante las manifestaciones, y seis agentes resultaran heridos.

“Nos definimos por cómo respondemos y espero que, en la medida que los ojos del país están puestos en Baltimore, se vea muy claramente que ésta es una comunidad que está dispuesta a enfrentar temas difíciles, que está dispuesta a exigir la rendición de cuentas, y que también exige la paz y el progreso al mismo tiempo”, dijo la alcaldesa.

La ciudad, que cuenta con casi dos tercios de la población de raza negra, tiene una larga historia de tensiones entre la policía y la comunidad afroamericana, una herida que se ha reabierto a raíz de la muerte de Gray, cuyas circunstancias exactas aún no se han aclarado.

El funeral, que se celebró en la Nueva Iglesia Bautista Shiloh, con capacidad para 2.200 personas, llenó el templo de amigos, vecinos y representantes políticos para acompañar a la familia de Gray en su último adiós.

Entre ellos, también se encontraban los familiares de Eric Gardner, el afroamericano que murió el pasado año en Nueva York en otro altercado policial, así como varios altos funcionarios de la Casa Blanca.

Muchos de los asistentes acudieron vestidos totalmente de blanco en protesta por la muerte del joven, mientras dentro de la iglesia colgaba una pancarta que rezaba: “Las vidas de los negros importan y todas las vidas importan”.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, rehusó hacer comentarios sobre las circunstancias en que murió Gray para no “interferir” en la investigación, y recordó que el Departamento de Justicia ya está recopilando información sobre lo ocurrido.

Sobre las tensiones de los últimos meses entre la Policía y las comunidades afroamericanas en varios puntos del país, Earnest reiteró que afrontar este problema requiere del “compromiso” de las autoridades y agentes locales, y que es algo que el Gobierno federal “no va a resolver por sí solo”.

Por su parte, el representante afroamericano Elijah Cummings, demócrata por Maryland, prometió justicia a la familia de Gray durante la ceremonia de hoy.

“He dicho a menudo que nuestros niños son los mensajes vivientes que enviamos al futuro que nunca veremos, pero ahora, nuestros hijos nos están enviando a un futuro que nunca verán”, dijo Cummings durante un emotivo discurso.

“Estoy en el ocaso -agregó dirigiéndose a la madre del fallecido-, pero les digo que no vamos a descansar, no vamos a descansar hasta que logremos esto y veamos que se haga justicia”.

El legislador, emocionado durante su intervención, cerró con una cita del Antiguo Testamento: “Quiero justicia, océanos de ella. Quiero honestidad, ríos de ella. Eso es lo que quiero. Eso es todo lo que quiero”.

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